TEGUCIGALPA, HONDURAS. El incremento en los flujos migratorios registrado en las fronteras hondureñas y la desatención humanitaria, estaría favoreciendo a que estructuras internacionales trafiquen con las personas, quienes se convierten en presas de trata de personas, según alertan las autoridades.
Por su parte, elementos de la Policía Nacional enfatizaron que mantienen operaciones fronterizas, con el fin de salvaguardar la integridad de los migrantes, quienes en sectores de la zona sur del país resultan víctimas de estafas, agresiones y robos.
El jefe de comunicaciones de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez Madrid, expresó que “las personas que están trabajando como traficantes de personas en Honduras, deben de tener mucha precaución de no estar trabajando con el crimen organizado, estructuras criminales de México, traficantes de órganos”.
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En ese contexto, alertó que muchos niños se están perdiendo en el camino a Estados Unidos, pues los secuestran para extraerles los órganos y traficarlos en los países norteños.
El órgano más buscado por los traficantes es el riñón, algunas organizaciones creen que constituye el 75 % del mercado ilegal.
Los flujos migratorios por Honduras ameritan una estrategia interinstitucional para reducir el dolor, la violencia sexual y largos caminos de las mujeres y niños, afirmó la residente en Honduras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Alice H. Shackelford.
“Los migrantes están llenos de esperanza, dolor, violencia y largos caminos con muchas mujeres, hombres y niñas. La violencia sexual es algo alarmante. La solidaridad y el cariño de las comunidades locales de Las Manos y Danlí y otras, es algo fabuloso y para celebrar”, agregó.
Extorsión y tráfico de personas
Por otro lado, Madrid reveló que esta corriente migratoria ilegal está siendo aprovechada por las redes de traficantes de personas en Centroamérica y México.
“Los coyotes cuando se dan cuenta que van niños acompañados de particulares, les toman fotografías y las envían a sus contactos en México. Es ahí donde se produce el tráfico de personas y órganos”, dijo.
Agregó que estos mismos traficantes le cobran a cada una de las personas indocumentadas en los puntos fronterizos. Esta acción la realizan haciéndoles creer que están confabulados con la Policía para dejarlos pasar.
“Nos hemos dado cuenta que cuando llegan a un retén policial, estos coyotes se bajan del carro, se acercan a la Policía, fingen que platican, regresan al carro, le piden el dinero a los indocumentados y luego regresan a la posta a fingir que se ponen de acuerdo con la Policía, pero ellos se quedan con el dinero”, detalló.
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