SAN PEDRO SULA. José Luis Rodríguez Interiano es un catedrático que ha dejado una huella imborrable en todos aquellos alumnos y compañeros que tuvieron y que tienen la suerte de compartir las aulas con él.
Sus alumnos, que no son pocos, se deshacen en palabras al hablar de él, más que un profesor ha sido su amigo, nunca olvidando su simpatía y su buen humor y muchos de ellos agradecen por sus consejos y el haber sido sus discípulos en las aulas del Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (INTAE), zona norte de Honduras.
Rodríguez Interiano es parte de un legado de maestros en su familia, sus principios fueron cimentados en la enseñanza que recibió de su padre Carlos Rodríguez y su madre María
Cristina Interiano, ya fallecida. También sus hermanos, Carlos Jesús Rodríguez, quien ha impartido clases de ciencias naturales en la Normal de Santa Bárbara; José Francisco Rodríguez, ingeniero y ha sido docente de la Escuela Normal Centroamérica y de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en Comayagua; además de Isabel Cristina.
José Luis, sinónimo de humildad y carisma
Hoy va a ser mejor que ayer, me voy a esforzar, voy a dar lo mejor de mí porque puedo hacerlo, soy capaz, soy inteligente, soy único, soy amado, soy respetuoso, soy amable, soy tolerante, soy guapo o guapa, se controlar mis emociones y nací con un propósito, no soy mejor que nadie y nadie es mejor que yo; estas son palabras que sin duda definen a José Luis Rodríguez Interiano, un profesor de marca en uno de los principales colegios de San Pedro Sula.

Para Rodríguez, la educación pública ha de ser la causa de todos, porque es la causa de la justicia y a la inversa, por ser la causa de la justicia ha de ser la causa de todos, quienes defienden con ahínco la escuela privada y concertada, esconden muchas veces intereses particulares y utilizan argumentos de dudoso rigor.
Este catedrático genera conexiones especiales con sus alumnos en el Instituto de Administración de Empresas (INTAE) y logra que ellos se sientan en confianza y se abran a una gran aventura, la aventura de aprender. Además de tener pasión y vocación, se caracteriza por tener una personalidad única…esa personalidad con ingredientes como la alegría, el amor y el calor humano.
¡Éxitos maestro!


