SAN LORENZO, HONDURAS. Kenia Yanira Abel, es la hondureña que al volante de una rastra ha recorrido todo Centroamérica y ha llegado hasta México. Esto parece fácil, pero no lo es, cuando son las circunstancias que obligan a ejercer labores en un rubro en el que reina el sexo masculino.
La protagonista de esta admirable historia, conduce un vehículo pesado desde hace más de 10 años. Fue después que la delincuencia le arrebatara la vida a su esposo y la necesidad de llevar un sustento al hogar, que tomó la decisión, la cual haría que su vida tomara rumbo diferente.
El esposo de Kenia era quien conducía un tráiler, mientras ella atendía el oficio del hogar y cuidaba de sus cinco hijos. Sin embargo, ante la falta de oportunidad en el país, la dama decidió arriesgarse y seguir con el legado de su esposo, con el manejo del equipo pesado.
Lea también: Hondureña deja el micrófono y toma el volante de un tráiler en EEUU
Admiración en redes sociales
Cada semana, la originaria y residente de San Lorenzo, Valle, emprende el viaje hacia diferentes partes de Centroamérica, para garantizarle el alimento a sus vástagos.
Esta, aunque no es una historia nueva, es digna de admiración y esfuerzo y le ha valido el reconocimiento en redes sociale, teniendo como valor agregado, que una fémina venció los prejuicios y está demostrando que los trabajos no tienen género.
«Lo que bien se aprende, jamás se olvida»
A las pocas semanas de haberse quedado viuda, la necesidad y el hambre llegaron a la casa de Kenia, había cinco bocas por alimentar y muchas deudas qué cubrir. En ese momento, decidió ir en busca de la oportunidad de conducir una rastra.
«Cuando decidí pedir trabajo como conductora de rastras, creo que tenía más de 20 años de no conducir un cabezal», contó a un rotativo local.
Y es que, antes de casarse, en la casa de sus padres, cuando ella era apenas una jovencita aprendió a conducir camionetas y rastras, en aquel momento por diversión. No obstante, nunca imaginó que años después le serviría para llevar el pan a su mesa.
Hondureña, un digno ejemplo
Kenia no tuvo chance de vivir su duelo, el compromiso de sacar adelante a sus hijos la llevó a limpiar sus lagrimas y a subirse a una rastra. Hoy, es un ejemplo de valentía, tenacidad, entrega y un orgullo femenino.
«Es difícil comenzar una nueva vida y con un sinnúmero de obstáculos que gracias a Dios, se han ido a superando y seguiré en la lucha para sacar a mis cinco hijos adelante, de los cuales 3 son niñas y dos son varones», dijo Kenia Abel.
«El tipo de trabajo que desempeño, para mí no es ningún problema porque me acostumbré a trabajar duro cuando era necesario, pero me duele dejar a mis hijos hasta por una semana. Cuando voy a los viajes ellos quedan con mi madre y hermanos«, expresó.
Nota para nuestros lectores:
? Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp haciendo clic en el enlace: http://bit.ly/2LotFF0