KIA Motor Corporation dijo este miércoles que retirará más de 68 mil vehículos de Estados Unidos por riesgo de fuga de combustible y ofrecerá una actualización de software para 3.7 millones de automóviles.
Cabe destacar que será la segunda ocasión en que KIA retira del mercado una fuerte cantidad de vehículos por riesgo de incendio. En 2017 tomó la misma determinación cuando descubrieron que había riesgo de incendios en el motor. Ahora, las unidades «ya revisadas» presentan un nuevo problema.
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El retiro de 68 mil vehículos KIA incluye los modelos Optima, Sorento y Sportage lanzados desde el 2011 hasta el 2014. Sobre este caso, la compañía dijo lo siguiente:
«Una tubería de combustible de alta presión puede haberse dañado o instalado incorrectamente como parte de un reemplazo del motor durante el retiro previo, y esa instalación podría aumentar el riesgo de incendio».
Los fabricantes de automóviles coreanos explicaron que la actualización de software que pondrán a disposición de los propietarios tiene como objetivo proteger el vehículo de daños internos. Además ofrecerán una nueva extensión de garantía para problemas del motor.
El software del «sensor de detonación» detectará vibraciones que indican la aparición de desgaste excesivo en el cojinete de biela. Alrededor del 20 % de vehículos afectados ya recibieron esta actualización.
KIA confirmó que seis incendios están vinculados al nuevo retiro pero no se reportan personas heridas. La compañía se ha mantenido en el ojo del huracán en los últimos años por una serie de desperfectos.
En mayo de 2017, la Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico de Carreteras (NHTSA por sus siglas en inglés) abrió una investigación sobre el retiro de 1.7 millones de vehículos por problemas de motor; entre los cuales figuraba una fuerte cantidad de KIA.
Asimismo, en julio de 2018, unos 425 mil vehículos de KIA fueron revisados por desperfectos en las bolsas de aire. Según indicaba el informe, estas no se inflaban en los choques y unas cuatro personas perdieron la vida.
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Ese mismo año, fiscales federales cuestionaron el retiro de sus vehículos por problemas en el motor. Los señalamientos buscaban asegurar que el proceso se había desarrollado correctamente pero la compañía se negó a comentar.
Fuente: Reuters
