Aldea La Metálica: en la calle y entre serpientes, habitantes anhelan comida para año nuevo

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A la intemperie, con el temor de ser mordidos por una serpiente se encuentran los pobladores de la aldea La Metálica de La Lima, tras el paso de Iota y Eta.

CORTÉS, HONDURAS. Bajo el frío, a la intemperie, sin casa y con el temor de ser mordidos por una serpiente se encuentran los pobladores de la aldea La Metálica, municipio de La Lima, claman por comida para recibir el año nuevo.

Varios pobladores de la zona aún permanecen en albergues o en covachas a la orilla de la calle. La inmensa cantidad de lodo ha desatado las plagas, atemorizando a estas personas.

Esta es uno de los sectores de La Lima con más afectación, tras el paso de los fenómenos tropicales Eta e Iota. Hasta el momento, los vecinos no han recibido una respuesta por parte de las autoridades y continúan bajo el fango y destrucción.

Por lo cual, claman por víveres, agua y la limpieza de las vías de acceso para comenzar con la reconstrucción. Su Navidad fue completamente triste, ya que no tuvieron ni siquiera algo que comer.

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Nido de serpientes 

Uno de los pobladores de esta zona manifestó que “ahorita estamos viviendo a la orilla de la calle, no podemos entrar aquí, demasiado zancudo, jejenes, hay víboras a morir que están peligrando. Ayer unos compañeros mataron una barba de aproximadamente dos metros”.

A causa de las grandes crecidas por las tormentas Eta e Iota, varias viviendas de madera fueron arrastradas desde otras comunidades hasta la aldea La Metálica, donde quedaron completamente destruidas.

Por su parte, otro vecino comentó: “Estamos bajo el frío, atemorizados por una víbora, estamos durmiendo en el suelo no hallamos que hacer, Dios nos cuida a nosotros”.

De igual forma, mencionan que las ayudas no han llegado a esta destruida zona, por lo que piden vean y pongan atención a sus necesidades. Además, que las autoridades limeñas envíen maquinaria para que pueda empezar a limpiar el lodo.

“No hubo Navidad, porque no tenía como, no había con qué hacer comida, algo con que comprar para hacer un sándwich o un tamal. Algunos todavía estábamos en albergues, todo destruido, todos quedamos sin nada, sin cama en que dormir”, señaló una habitante de esta aldea.