ESTADOS UNIDOS. Entre ejemplares de curry indio, tacos mexicanos, arepas colombianas o alcapurrias puertoriqueñas Maribel Lieberman encontró en Nueva York una ciudad cosmopolita y diversa en términos de propuestas culinarias, con posibilidades inagotables para el paladar, donde no es necesario viajar para conocer los sabores del mundo.
Antes de dedicarse de lleno a la chocolatería en Estados Unidos Maribel trabajó en una fábrica de cosméticos japonesa. En esta etapa de su vida, en la que estudiaba en paralelo inglés y completaba la escuela secundaria, descubrió que Hernán Cortes llevó a Europa el primer cargamento de cacao de Centroamérica. La materia prima con la que Suiza sería reconocido como uno de los países con los mejores chocolates del mundo. “Tengo que regresarle el crédito a mi país y a mi continente”, pensó la joven, quien desde hace 15 años creó MarieBelle Nueva York, su primera tienda de chocolate en el barrio de SoHo, en la zona sur de Manhattan.
No fue sencillo: antes de descubrir su pasión por el chocolate, Maribel descubrió la cultura americana, aprendió muy bien el idioma y se graduó en diseño de modas, una carrera que al final no le convenció. Después se casó y empezó a cocinar, sorprendida por la facilidad con la que encontraba ingredientes de otros países.
Más adelante creó el servicio de catering Maribel Cocina Gourmet, que a los cinco años en operación transformó en un negocio especializado en chocolate. A partir de 2002, año en el que inauguró su tienda en SoHo, Lieberman se planteó por objetivo darle a Honduras el nombre que merece en el mundo chocolatero y se convirtió en importadora del cacao que se produce en su país de origen.
La versatilidad del chocolate
La pasión de Maribel por descubrir y compartir nuevos sabores la hace reinventarse constantemente. Visitar MarieBelle Nueva York es despertar el olfato, la vista y el tacto a través de la gran variedad de productos con chocolate: bombones, galletas, almendras, pistachos, bebidas frías, calientes, con leche, agua, especias, chocolate muy picante, oscuro, blanco, té de cacao. Alrededor de 50 productos que crean más de 200 posibilidades.
Sin embargo, lo que ayudó a Maribel a innovar en medio de una ciudad repleta de coffee shops fue impulsar el chocolate caliente oscuro como si se tratara de un café espresso (preparado con agua y una cantidad de chocolate mucho mayor que uno con leche), de consistencia tan espesa que la mejor opción fue servirlo en pequeñas copas de vidrio, “no podía ponerlo en tazas grandes, como acostumbramos los latinos, porque la gente se enfermaría de tanto chocolate”, explica.
Actualmente, la empresaria tiene dos marcas: MarieBelle Nueva York, un espacio lujoso y gourmet, y Cacao Market by Mariebelle, que funciona más como una cafetería con un menú centrado en chocolates calientes y helados.
Orgullo hondureño
A finales de octubre, Honduras figuró entre los mejores 17 cacaos del mundo que seleccionó el International Cocoa of Excellence, en París, Francia. De las 146 muestras enviadas por 35 países, la ganadora fue de la Fundación Hondureña de Investigación Agrícola (FHIA), que desarrolló la finca de La Masica, Atlántida, la misma de donde se abastece Maribel Lieberman. “Mi país participó con tres muestras distintas, pero el cacao que dejó marcada la boca y el alma del jurado fue la misma con la que trabajo”, explica la chef que poco a poco se ha ganado el paladar de los neoyorkinos y turistas gracias al chocolate hondureño.
Créditos: Univisión noticias
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