HONDURAS. ¡La Laguna de Ticamaya está de vuelta! Al menos sólo por ahorita, pues, según ingenieros ambientales, podría volverse a secar cuando llegue la comience la temporada de verano.
La Laguna de Ticamaya se secó en julio del 2020, pero con las tormentas tropicales Eta e Iota volvió a llenarse de agua y que permanezca así depende del cuidado que las autoridades de Ambiente del país le den a partir de ahora.
Para conocer más al respecto, TIEMPO Digital se contactó con dos expertas del tema, las ingenieras Diana Betancourt y Leticia Irías, quienes coincidieron en sus declaraciones vía teléfono: para recuperar la laguna, hay que comenzar a trabajar desde ya, dijeron.
Y es que, los desechos orgánicos que se acumulan en el fondo de la laguna son los que provocan que el agua desaparezca, además de la deforestación y uso desmedido del líquido para regar plantaciones.
«La zona está deforestada. Se llenó de agua porque las precipitaciones fueron fuertes, no porque las condiciones naturales del flujo de agua estén funcionando bien. Pero, sí se puede aprovechar ahorita que tiene agua para hacer algo al respecto», dijo la ingeniera Leticia Irías.
«Hay que dejar de deforestar la zona y recuperar las hectáreas que se deforestaron, analizar la calidad del suelo, ver cómo están los drenajes, las tomas de las diferentes urbanizaciones y dónde viene tanta materia orgánica», agregó.
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Trabajados de diagnósticos
Y siguiendo la misma línea de su homóloga, la ingeniera Diana Betancourt comentó «Se debe hacer un trabajo de diagnóstico. Las autoridades tienen que identificar cuáles son las fuentes que le aportan nutrientes a la laguna, porque nunca va a dejar de producir lirios acuáticos si seguimos contaminando con haciendas, productoras avícolas y actividad humana».
El lirio acuático, aunque usted no lo crea, no es más que una plaga que mata la laguna, pues causa problemas de oxigenación en el agua, exceso de materia orgánica cuando muere, se descompone y permanece llega al fondo e impide el paso de la luz del Sol. La actividad humana contribuye a su expansión, y por tanto, a la destrucción de las fuentes de agua.
«Es una planta que vive en la superficie y si hay muchos nutrientes entrando a un cuerpo de agua, se reproduce masivamente. Cuando muere, se empieza a acumular en el fondo y con el tiempo se va sedimentando y así es como se seca la laguna. A eso se le llama eutrofización«, dio a conocer Betancourt.
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Segunda oportunidad
La naturaleza le acaba de dar una segunda oportunidad a las ciudades de Choloma y San Pedro Sula de tener su icónico humedal. Dependerá de lo que se haga a partir de ahora que permanezca ahí.
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