El próximo inicio de su nueva gira mundial la tiene tan presionada que la cantante Madonna se ha convertido en una verdadera pesadilla para su equipo de trabajo, principalmente sus bailarines. De acuerdo con información de «Radar Online», Madonna ha tenido actitudes de diva pues quiere que todo esté perfecto para el arranque de su «Rebel Tour», el próximo 9 de setiembre.
Ha hecho que sus bailarines trabajen demasiado duro e incluso uno de ellos le gritó que renunciaba y era tal el ambiente de tensión que debió llamar a su personal de seguridad para protegerla.
«En otra ocasión una de sus bailarinas se rompió el brazo, durante los ensayos, y en lugar de mostrar preocupación, Madonna tuvo un ataque de ira», detalló una fuente. «A todos se les pide usar negro de pies a cabeza en cualquier momento y ella ha dicho, en sus propias palabras, que ‘no se permiten gordos en su presencia'», añadió la misma persona.
Otra fuente consultada indicó que la gira de Madonna es muy grande y «parece esperar que todos dejen cualquier otro proyecto en el que estén trabajando para atenderla y hacer de su gira su única prioridad en la vida. El problema es que no paga muy bien, pero sabe que la gente que contrata trabajará incontables horas al menos con salario premium porque ella es Madonna».
«Su ego está súper inflado y cree que su staff es afortunado de estar en su presencia. Ha sido una completa pesadilla para trabajar y el tour ni siquiera ha empezado», dijo la fuente.