TEGUCIGALPA, HONDURAS. Nolvia Mirella Valdez Aguiliano es una joven madre originaria de Catacamas, Olancho, que enfrenta un fuerte problema en su salud al padecer de elefantiasis, por lo que clama ayuda para ella y sus dos hijos.
Nolvia es madre soltera y tiene 38 años de edad, su problema con la enfermedad comenzó hace más o menos 10 años. Debido a estas complicaciones se le ha sido difícil poder trabajar para darle el sustento y estudio a sus pequeños.
En una comunicación con TIEMPO Digital, la joven madre expuso que gracias a Dios y al enorme corazón de un cirujano, su intervención quirúrgica será la próxima semana. Nolvia viajará en ambulancia desde Olancho a Tegucigalpa para poder comenzar con el proceso.
Y esto es gracias al doctor Emer Cherenfant, quien la operará de manera gratuita, con gastos médicos cubiertos en un centro asistencial privado de la capital. Sin embargo, ella necesita fondos para poder seguir con su recuperación y comprar medicamentos.
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Cómo apoyar a Nolvia
Nolvia contó a TIEMPO Digital que sus dos niños están a cargo de sus familiares, debido a que ella no los puede atender. En tal sentido, su preocupación en este momento es que ellos sigan con sus estudios, que son vía virtual.
También, esta joven madre anhela tener su propia casa para que sus hijos estén tranquilos y ya dejar de pagar rentas. Pero debido a su problema de salud no puede trabajar y su pequeño hijo hace el esfuerzo de estudiar y laborar, pero para ella no es lo correcto.
Asimismo, ella necesita de fondos para poder cubrir los gastos de recuperación, es decir su traslado a Olancho, alimentación pagar a alguien que la cuide y sus medicamentos. Por lo que si los hondureños desean colaborar pueden hacerlo a través de:
Cuenta en Banco de Occidente: 218050081310 a nombre de Nolvia Mirella Valdez Aguiliano. También, puede llamarla a los números de teléfono 3155-5118 o 9839-4197, ambos son son de su propiedad.
Nolvia necesita la intervención quirúrgica de inmediato, debido a que la elefantiasis no la deja vivir en paz. Ella comentó que no puede dormir en las noches, es muy difícil caminar y que realizar cualquier actividad es incómodo.
De acuerdo con su relato, a ella le comenzó el problema desde que su cuerpo se inflamó, así como cuando da preclamsia, estos líquidos luego buscaron la rodilla y así fue como su pierna se fue agrandando, al punto que cada bola de piel pesa hasta 30 libras.
«Todas las personas que me quieran ayudar, aunque sea con poco es muy bienvenido y será Dios quien se los aumente en bendiciones, porque yo estoy pasando momentos difíciles», culminó Nolvia.
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