TEGUCIGALPA, HONDURAS. Para poder pagar una costosa cirugía que le harían a su bebé, Diana Chévez vendió la casa que tenía, pero ahora quedó sin un centavo y también sin pareja.
La tragedia de Diana Chévez comenzó a partir del primer mes de vida de su pequeño bebe, Santiago Gómez. Él nació con problemas de salud y fue ingresado al Hospital Gabriela Alvarado de Trojes, El Paraíso, el pasado mes febrero.
Se quedó sin oxígeno 20 minutos
La madre, con el rostro desencajado y bañada en lágrimas, explicó que “cuando lo trasladaron a ese centro lo entubaron y lo conectaron a un tanque de oxígeno”.
Ella asegura que el tanque no tenía oxígeno y por lo tanto su hijo estuvo sin respirar «durante 20 minutos. Eso lo hizo caer en un coma”.
Preocupados, ella, junto al papá, Arturo Amílcar Gómez Rodríguez, quien en ese entonces no la había abandonado, trasladaron al niño desde el municipio de Trojes hasta el Hospital Escuela Universitario (HEU) en Tegucigalpa.
Los médicos de dicho centro asistencial les explicaron que su pequeño Santiago presentaba Atelectasia apical derecha severa. Esto consiste en el colapso de una parte o con menor frecuencia, de todo el pulmón.
Además, le diagnosticaron Estenosis su glótica, que se define como un estrechamiento a dicho nivel. El cual se genera por la formación de un tejido cicatrizal que produce la fijación total o parcial de las cuerdas vocales. También una falla ventiladora secundaria de neumonía.
En Nicaragua le pueden hacer cirugía
Según Diana, el niño permaneció un mes en coma en la sala de Cuidados Intensivos y tres meses entubado. Para la madre, esa condición le provocó daños en la tráquea y ahora necesita una traqueotomía. Esto es un procedimiento quirúrgico costoso.
Además, Diana necesita comprar una cánula para su tráquea, pero el aparato no lo venden en el país.
La afligida mujer dijo: “El aparato me dicen que sólo lo venden en El Salvador o Estados Unidos, y hay que pagar en dólares y yo no tengo ni para comprarle un pañal a mi hijo”.
Según le dijeron los médicos, en Nicaragua le pueden hacer la cirugía a su bebé y proporcionarle todo lo necesario para salvarle la vida. El problema ahora es que su ex pareja no quiere firmarle los documentos que necesita para poder sacar al bebé del país.
Vendió su casa
La mujer cuenta que le han pedido demasiado dinero y una cantidad que no tiene. Ella decidió junto a su ex pareja vender su casa y todos los bienes que tenían. No importó nada con tal de poder salvar la vida de su pequeño Santiago, contó muy triste.
La desafortunada madre vendió su casa que tenía para poder pagar la cara operación con la que salvaría la vida de su hijo. Pero, ahora suplica por ayuda, ya que su marido le robó todo para disfrutarlo con otra mujer.
Su ex pareja se llevó el dinero
Diana Chévez, de 27 años, relató a los medios de comunicación su tragedia sin poder contener el llanto. El drama lo describió cerca de la sala de lactantes en la que continua su bebé en el HEU.
En ese momento, Diana contó llena de indignación e impotencia lo que le ocurrió con su marido. “¡Mi esposo me robó el dinero!… y se casó con otra mujer, de aquí, de afuera”. Ella, al parecer se refirió a una supuesta comerciante que vende productos en las afueras del centro asistencial.
“Vendimos todo lo que teníamos, nuestra casa, hasta las cucharas para pagar el tratamiento de mi hijo, y ahora me dejó sin un peso, en la vil calle”, expresó Diana.
Asimismo, ella prosiguió: “¡Ya no sé qué hacer!… ¡Me robó lo que tenía para salvar a mi hijo, y tengo tres hijos, dos niños más. No puedo pagar la enfermedad de mi bebé!».
“¡Que alguien me ayude!, ¡mi hijo no se puede morir! Ese hombre me robó el dinero para mantener a otro niño que no es su sangre, mientras el nuestro necesita tantas cosas”, recalcó la martirizada madre.
Pide justicia
Diana Chevez denunció su situación en la Fiscalía de la Niñez y la Policía Nacional. Ahora está a la espera de que procedan legalmente contra Arturo Gómez.
Diana vive ahora que vendió su casa junto a sus otros dos pequeños en la vivienda de un familiar, junto a su abuela.
“Ahora no tenemos dónde vivir. Mi madre y mis hijos están de posada. Estoy viviendo de la caridad, no puedo comprar ni comida porque ese dinero me sirve para comprarle agua a mi Santiago”, concluyó Diana con profunda angustia.
