COLÓN. Entre impotencia, tristeza y lágrimas, los restos del niño asesinado a golpes en Estados Unidos fueron sepultados la tarde del sábado en Tocoa, zona oriental de Honduras.
Ihian Antonio Villatoro Rivas, que estaba próximo a cumplir tres añitos, habría fallecido a mano de la pareja de su tío el pasado mes de noviembre. Dilcia Chávez, acusada por el crimen, continúa detenida y en medio de una investigación en Estados Unidos.
Los restos del menor llegaron el viernes en horas de la noche. Durante varias horas, familiares y cercanos, pudieron velarlo y posteriormente prepararon su sepultura.
A eso de las 2:00 p.m. del sábado su cuerpecito fue sepultado en presencia de conocidos de su madre Lizeth Cubas. Entre lágrimas e impotencia al ver el ataúd blanco donde yacía su bebé de dos años de edad, manifestó:
«Pobrecito mi niño, quién te pudo hacer eso. Te amo, te amo».
Mientras tanto, los presentes trataban de consolarla y no terminaban de creer que alguien hubiese dañado a un ser inocente. En ocasiones anteriores, la madre del menor había expresado que lo dejó partir para darle mejores oportunidades de vida.
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Ihian padecía problemas cardíacos y sin la posibilidad de pagarle tratamiento, pues la venta de tortillas apenas les daba para vivir, decidió dejarlo en manos de su tío.

Cuando el menor fue llevado en estado de gravedad a un hospital estadounidense, se descubrió la verdad. Sus golpes no eran de una caída, como lo dijo Dilcia Chávez, sino propinados con una mayor fuerza.
Además se pudo comprobar que no era la primera vez, pues su cuerpecito presentaba golpes viajes. Si los cargos por agresión son probados, la mujer de treinta años permanecería en prisión por el delito.