SAN PEDRO SULA, CORTÉS. Mario David Castellanos, el niño símbolo de la caravana de migrantes, retornó ayer jueves al país en horas de la noche junto a diez menores no acompañados más.
El infante decidió aventurarse solo, sin ningún adulto conocido que lo acompañara, y partir junto a la caravana de migrantes que comenzó su caminata desde la Capital Industrial, hasta que la Policía Federal Mexicana lo detuvo en la frontera al momento que éste intentó cruzar.
La imagen del niño sujetado por un uniformado conmovió al mundo. Según relató el infante, el policía lo sometió y al hacerlo cayó al suelo y se golpeó el hombro derecho.
Durante varios días Mario permaneció «detenido» en un refugio. Desde allí se comenzó a planificar su regreso a Honduras.
Finalmente se estableció la fecha del retorno, jueves 25 de octubre, en el aeropuerto Ramón Villeda Morales de La Lima, Cortés.
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Un futuro separado de sus padres
Según se informó, el estado de salud del menor es óptimo; sin embargo, sus padres, ansiosos de su llegada para volverlo a ver, recibieron la noticia de que su hijo les será quitado por «riesgo social».
De momento una fundación le dará seguimiento bajo la coordinación de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF).
Al menor lo trasladaron anoche al centro Belén del Barrio Medina, esto, mientras las autoridades correspondientes toman una decisión precisa respecto a su futuro.