TEGUCIGALPA, HONDURAS. Poco más de 82 mil estudiantes desertaron de sus centros educativos el pasado 2019, informó el Sistema de Administración de Centros Educativos (SACE).
Precisamente, 82,438 alumnos abandonaron sus estudios en el año. Se debe mencionar que la cifra supera la registrada en 2018, donde se sumó 81,858.
El departamento más afectado por esta problemática es Cortés; 17,148 estudiantes no regresaron a sus instituciones educativas en ese sector del norte. Francisco Morazán continúa la lista con 11,582 escolares desertantes; Yoro registra 8,240. Los primeros cinco de la enumeración los completan Atlántida y Olancho con 6,995 y 5,537 deserciones respectivamente.
Aún así, el número reportado de estudiantes que abandonó sus estudios es inferior al que había anticipado el Observatorio Universitario de Educación Nacional e Internacional de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM).
Este órgano vigilante de la educación tenía previsto, mediante un estudio, que entre 88 mil y 95 mil estudiantes desertarían en este año académico.
En ese sentido, Rusbell Hernández, investigador de la UPNFM, dio a conocer su criterio sobre el procedimiento que según él se debe efectuar para controlar esa situación.
«El gobierno debe implementar políticas bien sustentadas para que los estudiantes obtengan el máximo rendimiento en los centros educativos en actividades académicas; asimismo un buen desempeño en actividades extracurriculares como ya lo aplican algunas instituciones privadas del país» explicó.
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Año a año las deserciones aumentan
Desde 2015, las deserciones escolares han incrementado en al menos 42 por ciento. Ese año, 47,813 pupilos dejaron las escuelas y colegios. En 2016 la cifra fue de 58,730 estudiantes, mientras que, en 2017 fue de 67,024.
Tomando en cuenta los 81,858 de 2018, se refleja que cada año va en alza la cantidad de niños y niñas que dejan atrás su aprendizaje.
Reprobados
Otro valor que registró un aumento en la educación fue la cantidad de alumnos aplazados.
En 2018 se anunció que 144 mil niños y adolescentes habían reprobado materias. Este año, el número establecido es de 160,191 estudiantes.
Estos datos son significativos de un aumento anual de 10 por ciento en pérdida de asignaturas por los escolares.
Los 160,191 reprobados en 2019 dejaron alrededor de 80 millones de lempiras por su inscripción en la «escuelita».