HONDURAS. «La línea de investigación está clara», dijo el subcomisionado Molina, vocero de la Policía Nacional en la zona occidental del país, sobre la masacre ocurrida ayer en Gualala, Santa Bárbara.
Además de eso, manifestó que en el vehículo marca Toyota en el que se conducían los tres hombres acribillados también iban una mujer y un niño, quienes resultaron ilesos pese al tremendo tiroteo.
«Tenemos claras las acciones que vamos a ejecutar para llegar al fondo de esto y capturar a las personas que cometieron el hecho», manifestó el uniformado al noticiero Hable Como Habla.
Por otro lado, el subcomisionado dio a conocer que según la información recogida por la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), dos sujetos a bordo de una motocicleta cometieron la masacre. Los hechores, «aprovechando la lentitud del tráfico», dispararon a quemarropa contra los hombres.
«Afortunadamente, el niño y la esposa de uno de ellos (fallecidos) no resultaron heridos», reiteró.
Una de las víctimas había pagado condena, según la Policía
Jorge Adalid Peña, Leonel Pérez y Marlon Garay son las identidades de los hombres acribillados ayer. El último, Garay, había sido detenido el lunes pasado por posesión ilegal de armas de fuego. Así lo reveló una hermana de Jorge y Leonel cuando llegó a la escena del crimen.
Pero según el subcomisionado de Policía, Garay no solo estuvo detenido recientemente, sino que también era un exrecluso que pagó una condena «por homicidio porque mató a una persona en en San Pedro Sula«.
Ayer, martes, supuestamente Garay le había pedido a Jorge Adalid que fuese a recogerlo, porque ya había recobrado su libertad. A Jorge lo acompañó su hermano Leonel, y cuando volvían a casa, sujetos desconocidos los ultimaron.
La pariente explicó que el único vínculo que Garay tenía con su hermano es que él vivía en unos apartamentos de Jorge.
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