TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una persona muerta es el saldo de un nuevo episodio violento que se registró la madrugada de este domingo en el sector conocido como Santa Anita en la colonia San Miguel de Tegucigalpa, ciudad capital de Honduras.
La víctima fue identificada como Jose Luis Ramírez Canales, quien tenía 33 años de edad. Su cuerpo quedó tendido en plena vía pública; el hallazgo se efectuó en medio de una transitada cuesta.
Según un reporte preliminar, él falleció luego de recibir múltiples heridas con un arma blanca. Sin embargo, vecinos también describen que la noche fue de terror por otros motivos y les impidió conciliar el sueño.
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Balas, moto quemada y un muerto
Aseguran que fueron audibles balaceras a diferentes horas de la noche, mismas que serían producto de un altercado. Precisan que el pleito duró entre tres y cuatro horas y dejó la incidencia mortal.
En otra calle de la colonia también se encontró una motocicleta calcinada. Los habitantes del lugar especulan que ese incidente estaría ligado a los altercados suscitados solo horas atrás.
«Le pido a Dios que me dé fuerzas para soportar este dolor. El mundo está enfermo y los jóvenes también. A las autoridades ya no les puedo pedir nada, no se dan abasto para tanta cosa», expresó la madre del occiso al canal HCH.
Asimismo, manifestó que aunque se supiera quién o quiénes lo mataron no dirían nada. Apuntó que es preferible el silencio porque pueden acabar con su familia; en ese sentido, dijo que deja todo a Dios.
«Algún propósito tiene Dios conmigo y las personas que hicieron eso. Esto aquí se ha vuelto invivible, da mucho temor», agregó la acongojada mujer.
Tercer golpe a la familia
Ella también reveló que ya han asesinado a tres hermanos (todos hijos suyos) en el mismo sector. Sin embargo, no dijo por qué se estaría dando el patrón de crímenes contra su familia.
«Yo estaba en mi casa y escuché la balacera. No sé cómo empezó esa situación; a las autoridades pido que protejan la colonia», dijo, consternado, un amigo de «Chanita».
Los especialistas forenses efectuaron el levantamiento cadavérico e hicieron una recolección de pruebas periciales. También llegaron policías y militares a resguardar el perímetro.
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