Un tiroteo suscitado la noche del sábado, dejó a dos jóvenes muertos en la colonia Flor de Cuba, del sector de la Rivera Hernández de San Pedro Sula, al norte de Honduras.
Los ahora occisos fueron identificados como Maynor Mejía Fuentes, de 21 años de edad, y el otro solo con el nombre de Ángel.
Según los informes preliminares, las víctimas estaban sentadas en la acera de una pulpería, cuando llegaron unos individuos con pistolas y comenzaron a dispararles hasta acabar con sus vidas.
Los cuerpos estaban uno cerca al otro, sobre un charco de sangre. Personas que presenciaron el hecho vivieron momentos de terror y se encerraron en sus hogares.
Según testigos, en el lugar quedaron al menos doce casquillos de bala y algunos disparos impactaron en la pared de la pulpería.
Hasta el momento, se desconoce el móvil del crimen y la identidad de los responsables. Sin embargo, se maneja que una de las hipótesis sería pelea de territorios en la zona. Las autoridades ya investigan el caso y serán ellos quienes den más detalles.
Medicina forense hizo el levantamiento de los cuerpos y los trasladó hasta la morgue, donde se realizaría la autopsia y después se los entregarán a sus parientes para que le den cristiana sepultura.
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Otro hecho violento
Sujetos desconocidos le quitaron la vida a una persona del sexo masculino, en la calle principal de la colonia 28 de Junio, de Comayagüela.
La persona en vida respondía al nombre de Wilfredo Ramírez Banegas, de 52 años, estaba casado y tenía tres hijos.
Según el relato de un familiar del fallecido, Ramírez era propietario de una pulpería, donde quedó tirado sin vida, justo en la puerta del local.
Asimismo, dio a conocer que los hechores de este crimen se conducían a bordo de una motocicleta. Los sujetos se detuvieron frente a la víctima y le preguntaron si era “Chantal”, como popularmente lo conocían en su colonia. Tras su confirmación le dispararon en varias ocasiones.
“Hace unos 12 años vive aquí, no tenía enemistades, era una persona bien popular, la gente lo quería mucho porque era bien alegre y no tenía problemas”, indicó el familiar.
Además, dijo que Wilfredo era una persona comunicativa con su familia y nunca les había contado sobre un problema o enemistad.
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