Primero fue Mauro Icardi quien fotografió a Wanda Nara desnuda, en la intimidad de la habitación del hotel donde se hospedaron en Sudáfrica, y posteó la foto en su Instagram.
En rigor, no hubo tanta intimidad. Porque el baño tenía una vista generosa a un exterior abundante en vegetación. Y al notar la escena, dos monos se ubicaron en una baranda para verla bañarse.
Eso ocurrió hace unos días, cuando el 9 del Inter y su representante hicieron un safari fotográfico.
Luego se dirigieron a Seychelles, un pequeños país que cuenta con islas de encanto. Y entonces llegó «la venganza» de Wanda, como ella misma la describió.
Asimismo en venganza la rubia subió a las redes sociales una foto de Mauro completamente desnudo, bañándose al aire libre.
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No obstante ocultó sus partes íntimas con el emoji del monito que se tapa los ojos (todo un guiño). «Tarzán», escribió.
Instantes después, quizás para que el cuerpo de Icardi -¡tatuado casi por completo!- no acapare todos los piropos -la mayoría escritos en italiano-, Wanda posteó una selfie en la playa que sugiere poco y muestra mucho.
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Nara e Icardi se alojan en una casa que tiene salida a una playa privada. Así es, nadie puede ingresar al lugar, es totalmente privada. Los unico que se encuentran con ellos son los trabajadores que les sirven y les ayudan a tomar una que otra foto.