ESTADOS UNIDOS. Más del 18 por ciento de las familias migrantes que cruzaron la frontera sur de Estados Unidos y estuvieron bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza en las últimas dos o tres semanas dio positivo por COVID-19, reveló un documento de las autoridades federales citado este sábado por la cadena NBC.
El documento, preparado por el departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) para ser presentado al presidente Joe Biden. También, detalla que el 20 por ciento de los menores que llegaron solos al país y que estuvieron bajo custodia de la Patrulla Fronteriza en las dos o tres últimas semanas dio positivo al virus.
Informe
El informe no da fechas precisas ni dice a cuántos migrantes examinaron, detalló la televisora.
Desde finales de julio el DHS comenzó a deportar de forma expedita a las familias migrantes que no tienen una base legal en el país. Estos permanecen en custodia de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) que realiza las pruebas de COVID-19 antes de expulsarlos.
En una conferencia de prensa, el jefe de la dirección de operaciones de la Patrulla Fronteriza, Manuel Padilla, indicó este viernes que los vuelos de deportación acelerada comenzaron el pasado 30 de julio. Y, hasta este viernes habían tenido lugar tres con destino a El Salvador, Guatemala y Honduras.
Las autoridades tampoco especificaron cuántos de los migrantes que van a deportarlos de forma acelerada están contagiados con el virus.
El documento revelado por NBC también recomienda que el DHS proporcione más personal médico en las instalaciones de procesamiento fronterizo, en especial, las ubicadas en el Valle del Río Grande en Texas, una zona que nuevamente está abrumada con la llegada de migrantes.
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CULPAN A MIGRANTES POR LA COVID
La publicación de estos datos llega cuando varios políticos republicanos denuncian sin pruebas que la llegada de indocumentados está contribuyendo al aumento de contagios de coronavirus en la frontera sur.
En cambio, los funcionarios en el Condado de Hidalgo, ubicado en la frontera de Texas, desmintieron el jueves estas acusaciones. El juez del Condado Hidalgo, Richard Cortez, aseguró en una conferencia de prensa: «Queremos dejar muy claro que no son los migrantes quienes están esparciendo la COVID-19, nuestro principal problema son los ciudadanos que se niegan a vacunarse».
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