Este lunes Mike Tyson fue invitado por el programa de televisión inglesa Good Morning Britain a participar de un debate acerca del aumento de los crímenes con arma blanca en Inglaterra.
Allí, el ex campeón de los pesos pesados habló sobre su infancia y dejó varias frases sobre su vida y sus lamentos.
Tyson se convirtió en uno de los luchadores más polémicos de la historia. Los escándalos siempre fueron parte de su vida sus roces con la droga son de público conocimiento; y además ha estado 38 veces en prisión.
Una nueva vida
A pesar de esto, el norteamericano ha reconstruido su vida y hoy en día lidera un proyecto de plantación de cannabis en California, con el que busca también ayudar a ex veteranos de guerra.
Antes de convertirse en una estrella del deporte y del espectáculo; el hombre de 52 años fue un chico que se crió en las peligrosas calles de Nueva York.
Allí, según contó, formó parte de varias bandas que estaban en constante roce con la delincuencia; y explicó qué es lo que sienten estos niños que salen a robar armados.
«Yo era igual que estos niños. Solía estar en pandillas, solía tener armas; solía dispararle a la gente, solían dispararme y todo eso. Ya no quiero vivir mi vida así», contó.
Sobre sus inicios y si adolescencia
«Vengo de un ambiente hostil, crecí sin mi padre, con mi madre que era una trabajadora sexual. Siempre eramos humillados, nunca tuvimos orgullo en nuestra familia, nadie sabía quienes eramos», recordó el ex boxeador, quien además remarcó: «No puedo usar mi vida como una excusa».
Y agregó: «Desde que era un niño de 12 años solamente me enseñaron a golpear a la gente, a derribarlos, humillarlos, a romper su voluntad; a demostrarles que era superior a ellos, que era mejor que todo el mundo. Pero en realidad yo era un niño asustado e inseguro. No tenía idea lo que hacía, pero lo hacía porque se sentía bien, todo el mundo me decía que era bueno en eso y eso me llevó a convertirme en este hombre; este tirano que no tenía respeto por nada, que a menudo decía algunas cosas realmente extrañas e irrespetuosas para los oponentes. Ahora que veo todo esto pienso que hice todo mal», reconoció.
Por su parte con respecto a esta ola de casos de jóvenes que delinquen sin miedo, Tyson aseguró que son personas que se levantan todos los días «sin ninguna esperanza» y propuso una solución:
«Tienes que enseñarle a estos niños a no ser tan xenófobos. A no tener tanto miedo de las personas que son diferentes de ellos. Pasar y darles la mano y hablarles, y no temerles, para que no se sientan intimidados por la gente».
El ex deportista devenido en empresario recordó cómo el boxeo le salvó la vida y lo sacó de la calle, pero dejó en claro que esto no le pasará a todos los que comiencen a practicar algún deporte:
«No todos van a ser campeones del mundo, eso no va a suceder. Debemos usar el boxeo para que la gente pueda hacer amigos y generar vínculos con otros. Enseñar amor y compasión. No es necesario realizar un evento para demostrar quién es mejor que el otro; deberían ser simplemente dos personas asociándose desde una perspectiva humana».