TEGUCIGALPA, HONDURAS. Un reportaje que realizó la agencia de noticias EFE, demuestra la lamentable situación que atraviesan varios niños de escasos recursos que residen en la aldea Zuntule, ubicada a escasos kilómetros de la capital, Tegucigalpa, y que los podría llevar a perder su año educativo.
Y es que una vez que se destapó la crisis sanitaria por el Covid-19, el sistema educativo fue de los primeros en detenerse. Al mismo tiempo, algunos maestros continuaron con la educación «en línea» para no perder el tiempo y mucho menos, el año escolar. Sin embargo, esta situación es muy compleja para estudiantes del sistema público que son de muy escasos recursos económicos.
Algunas maestras en este región decidieron seguir impartiendo clases. De hecho, dos de ellas se comunicaron con los padres de familia para que aportaran y estuvieran pendientes de que los menores de edad realicen actividades escolares en sus casas. No obstante, existe un problema mayor.
Una de la características en esta zona del territorio nacional es la pobreza. Así lo dejaron lo confirmaron las maestras Sobeyda Ríos y Ana Cristina.
Ambas se hacen cargo de hasta seis cursos a la vez, lo que, dicho sea de paso, es anti pedagógico. Resulta que ambas mujeres contaron que hay ciertos pequeños que no lograron recibir el pan del saber porque no cuentan con acceso a una computadora. Por lo que no pueden recibir estas clases virtuales.
«Las maestras buscan la forma para que los niños no pierdan, pero no están aprendiendo bien. Nosotras las madres les enseñamos lo que podemos, pero no es lo mismo, en la escuela la maestra les explica, son más horas clases las que ellos tienen. Es diferente», argumentó Heidy Lanza, madre de dos pequeñas que iniciaron el 2020 cursando el primero y quinto grado.
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En evidencia el deplorable sistema educativo de Honduras
Si durante la pandemia del Covid-19 quedó en evidencia la deplorable gestión que existe en las autoridades de salud y del Gobierno, el sistema educativo es otro que se ve profundamente afectado.
La directora de la Escuela Salvador Corleto, en Zuntule, explicó que hay muchos padres que a penas tienen para mantener a sus familias. Encima se combina a esto la falta de preparación académica de los padres de familia de estos menores, lo que genera que poco o nada puedan aportar a sus hijos en la parte académica y de esta forma colaborar con los maestros.
«Sería mentira. Engañar al padre de familia, engañar al niño. Decirle que va al siguiente grado sin tener las competencias del grado anterior», indicó.
La situación en muchas regiones del interior con el tema de la educación es muy complicada. Dado que por muchos años y sobre todo en los últimos dos gobiernos, más el actual, el sistema de educación ha quedado en el olvido.
