TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El huracán Ian ha dejado desastres, muertes y decenas de desaparecidos en Florida, Estados Unidos. Y las inundaciones que provocó incluso fueron catalogadas como «históricas» por los expertos.
En ese sentido, la reconocida periodista hondureña Nora Schauer, quien reside en la ciudad de Cabo Coral, en Florida, relató a DIARIO TIEMPO el pánico e incertidumbre que vivió durante el paso del huracán Ian.
«Nunca en mi vida había sentido algo tan terrorífico como este huracán«, comenzó diciendo la comunicadora de 61 años.
Schauer, quien laboró en diferentes medios de comunicación en Honduras, manifestó que durante el paso de Ian en la ciudad de Cabo Coral, sintió pánico, incertidumbre e impotencia. «Es algo que no le deseo a nadie», dijo.
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Llegada del huracán
Ante la noticia de la llegada del huracán, la periodista y escritora contó haberse preparado ante el arribo del ciclón. «Nos preparamos con puertas y ventanas especiales, compramos agua y comida enlatada. También llenamos los tanques de gas propano por si era necesario encender el generador de electricidad».
Schauer narró que al inicio la lluvia era leve con ráfagas de viento que poco a poco se fueron intensificando hasta el punto de sentir temblar su domicilio.
«Por momentos logramos ver por una ranura de la ventana de la cocina, puertas, pedazos de techos, árboles y sillas volar. Por varios instantes sentí que la casa iba a salir volando«, comentó.
Sin embargo, detalló que su temor aumentó luego de que medios de comunicación anunciaron las inundaciones, las cuales para en su zona de residencias estaban previstas de 10 y 12 pies de agua.
«Nos mantuvimos en vigilia con focos de mano, viento, lluvia y frío de nervios hasta las dos de la madrugada. Gracias a Dios no hubo inundaciones en el área nuestra», dijo la pionera del periodismo social en Honduras.
En la mañana siguiente observaron techos caídos. árboles arrancados de raíz, estructuras de hierro torcidas y piscinas inundadas de escombros.
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¿Por qué no evacuó?
Schauer explicó que no evacuó la zona debido a que el área en que habita se encontraba fuera de peligro, pero al momento en que el Huracán cambió de rumbo quedaron «expuestos y sin posibilidades de salir».
Tras el paso del ciclón en Cabo Coral manifestó que hasta el momento varios negocios permanecen cerrados. «No hay agua, ni hay gasolina y las escuelas están cerradas. Según lo que hemos escuchado por la radio estaremos así por lo menos dos o tres semanas», mencionó.
De igual manera destacó la solidaridad de las personas y que «al vecino que no tiene se le da lo que se puede».
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«Estamos recurriendo a familiares y amigos para que traigan alimentos a esta zona. Ahora mismo hay que cuidar el combustible de los carros porque no se sabe hasta cuando habrá combustible de venta», detalló.
Por su parte, reiteró su temor ya que nunca había presenciado algo igual pese a que durante su infancia fue testigo de el huracán Fifí, estando en ese momento en Puerto Cortés, Honduras.
«También presencié el huracán Mitch como reportera de Hoy Mismo, y luego el huracán Irma, aquí en Cabo Coral. Sin embargo, el huracán Ian ha sido el peor, sobre todo porque temí por la vida de mis nietas, hijas y esposo. Gracias a Dios estamos vivos y siento que él nos protegió», cerró.
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