TEGUCIGALPA, HONDURAS. Por enésima vez, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) dijo estar preocupada por la desproporcionada fuerza que las autoridades hondureñas recetan a los manifestantes.
A través de sus redes sociales, la oficina dirigida por la argentina Maria soledad Pazo aseguró que ya se encuentra investigando «el material que indicaría» el uso de «balas vivas» contra los hondureños en protesta.
El anunció fue emitido por la organización en una ráfaga de «tweets», desde donde se reclamó que el uso intencional de «fuerza letal», solo es legal cuando de manera inevitable se debe proteger otra vida de un riesgo inminente.
Asimismo, la OACNUDH exhortó a las autoridades y manifestantes para que establezcan canales. Estos deben ser de comunicación con el fin de facilitar el derecho a la protesta pacifica.
Hay que destacar que tras la promesa de investigación hecha por la oficina de derechos humanos, decenas de hondureños reprocharon el «tibio» papel desempeñado por la organización en el país.
#OACNUDH manifiesta su preocupación, por información sobre uso desproporcionado de la fuerza en el manejo de las manifestaciones, en el país.
— OACNUDH Honduras (@ONUDDHH) June 14, 2019
Noticia relacionada: OACNUDH pide al Gobierno no culpar por actos violentos a organizadores de protestas
TGU: policías intentan llevarse a una joven pero manifestantes intervienen
Paola Pineda es la capitalina que el miércoles fue confundida por la Policía Nacional como manifestante durante la movilización de la Plataforma de Defensa de Salud y
Educación en las afueras del aeropuerto Internacional Toncontín.
La joven transitaba por el lugar mientras maestros y médicos se manifestaban y se enfrentaban contra la Policía. Fue en ese momento que los uniformados pretendieron llevársela.
El testimonio de Paola circula en las redes sociales. En este, aseguró que «me jalaron del cabello y me golpearon. Esa mujer lo hizo, pregúntenle a mi amiga».
Sumado a esto, dijo que ella consultó a la oficial por qué la detenía, a lo que la uniformada contestó «porque quiero». Evidentemente afectada, Pineda contó el incidente ante las cámaras de varios defensores de derechos
humanos.