Por Francisco Tosi. –Desde fines del siglo diecinueve se produjo una explosión de literatura sobre el futuro y las màquinas. Continuó hasta mediados del siglo veinte. Luego, el futuro llegó y ahora son ensayos, proyecciones, planes, televisión y cine.
Freud decía que la realidad de la sociedad o psicología social era el agregado de la conducta de los individuos. El creaba el psicoanálisis pero decía que los únicos que por intuición percibían lo que los psicoanalistas desarrollaban con método científico eran los escritores. Los escritores tienen la intuición artística que sublima los traumas en arte e interpreta la conducta humana. ¿a qué viene esto? Es que los genios de la ciencia ficción nos anticiparon un futuro. Una parte del futuro. La parte del predominio de las máquinas, los robots. Los que liberados del control de los humanos se apoderan de la política y con su infinito poderío técnico gobiernan. Un mundo feliz y 1984, solo para citar dos títulos de dos autores, son dos símbolos del futuro que nos da miedo. Un gran hermano, un poder supremo que todo lo sabe, controla y planifica. ¿Winston y su amante Julia frente al sistema que le controla el pensamiento? Una gran amenaza. Dejo al lector la relación con la presión actual sobre el uso de datos privados en las redes sociales y la genial intuición de George Orwell.
Esto tiene muchos aspectos que están hoy en desarrollo: las cuestiones de sustitución del trabajo humano por la automatización, el límite a la privacidad, la tributación de impuestos, los derechos intelectuales, las noticias falsas, las campañas políticas generadas por algoritmos, los movimientos financieros decididos por software, por citar algunos.
Pero me detengo en un aspecto central, simple pero a la vez clave: la transparencia. Nadie parece darle importancia, opacado este asunto por todas aquellas mayores discusiones. Pero en un mundo donde la educación puede ser operada por máquinas con programas en línea u la pobreza combatida con éxito justamente por el servicio de la tecnología se va acabando el verso. ¿Qué es el verso o también llamado sanata o engaño? Se trata, a mi juicio, de la mayor revolución después de internet.
No hay que ser marxista o liberal para comprender que uno de los problemas de las decisiones de los llamados agentes económicos (o sea nosotros los que pagamos y cobramos en la vida diaria por lo que hacemos) es que carecen de la información para tomar la mejor decisión, la óptima de la economía clásica. Varios economistas evolucionaron este concepto, le pusieron mucho trabajo encima, para doctamente explicarnos que en la economía política se toman decisiones sin poder conocer la información completa para tomarlas.
En realidad no es así. Para colmo, todos y cada uno, no solo los que deciden, estamos más cerca de disponer de toda la información. La población con una moderada instrucción está en condiciones de manejar internet desde algún dispositivo accesible y puede informarse. Obviamente, desde que tenemos el libre albedrio, la información puede ser falsa, verdadera o mezcla. Por ejemplo en Argentina sabemos que pagamos los bienes muchos más caros que en otros países y nos traban todo el acceso a la información para saber qué pasa.
Pero el misterio de a poco se disipa. Como hubiera dicho Orwell o Huxley o inclusive Bradbury, las máquinas pueden rebelarse. La rebelión agregó, puede venir de aquellos mismos que las alimentan. Por ejemplo nos enteramos que para proteger a un importador el gobierno castiga la compra privada en el exterior, para el propio consumo de una marca específica de celulares que en la Argentina solo se importa.. Nos enteramos que los limones son pagados por el consumidos 15 veces lo que se le paga al productor. Eso por decir solo dos muestras en la Argentina.
¿Qué tiene que ver esos celulares de lujo con los limones? Que de a poco sabremos porque tenemos poca plata en el bolsillo respecto a los precios y calidad de lo que podemos consumir, y donde va quedando la renta oligopólica. Aunque sea legal sabremos cómo se construye y quien actúa para que funcione el mecanismo de apropiación. Como también sabremos porque en un país con clima tropical pero también templado en lugar de sobrar alimentos resulta que faltan. Sabremos porque no se puede hacer un plan de viviendas dado que hay disponible tecnología de núcleo húmedo, terreno y conexión a servicios y sin embargo faltan viviendas.
Sabremos cómo se distribuye el dinero de los impuestos y cuánto es el margen de distribución. Cuánto se llevan los trasportes o los trámites que nada aporta. Para peor todos lo van a poder leer. Además las máquinas (o los que las desarrollan) digitales van a dar siempre más servicios, más información, más organización de datos. En la zona del país del agua de repente falta, en el país de la tierra la población está encimada en los suburbios dormitorio, en el país del fuego falta la energía del sol.
Puede ser que la intuición de los escritores sea cierta y caigamos bajo el dominio de las máquinas y la humanidad trate y viva esa lucha como tanto cine, series y ensayos de ahora nos cuentan. Pero de a poquito creo nos vamos a ir enterando de todo. La transparencia siempre es enemiga del abuso, la sanata y el verso. Por eso más que ficción es ciencia fricción.
Francisco Tosi es Economista
Franciscojose.tosi@gmail.com