Pasaron diez minutos y el papa Francisco no aparecía. Los rumores comenzaron a correr entre los feligreses, quienes con estampitas y crucifijos en mano, estaban apostados en la Plaza de san Pedro.
Era pasado el mediodía, hora del tradicional Angelus, en que el sumo pontífice entrega su bendición. Pero este no se asomaba por la ventana del Palacio Apostólico. Más de alguno elevó una plegaria por el papa Francisco. Hasta que con su habitual sonrisa, se hizo presente.
“Antes que nada, debo disculparme por llegar tarde. Estuve atrapado en un ascensor durante 25 minutos”, explicó el papa Francisco. “Hubo una bajada de electricidad y me he quedado atrapado en el ascensor. Después vinieron los bomberos y tras 25 minutos de trabajo pude salir. Un aplauso a los bomberos”.
Tras ello, Francisco continuó con el tradicional mensaje de los domingos y recordó que hoy la Iglesia celebra la Jornada para la oración para la protección de la Creación y pidió “un estilo de vida personal y familiar más sostenible” y la “asunción de responsabilidad ante el grito de la Tierra”.
También pidió oraciones con motivo de su próximo viaje, del 4 al 10 de septiembre, a Madagascar, Mozambique y Mauricio para que esta visita “pueda tener los frutos deseados”.
Respecto del incidente en el ascensor, fuentes del Vaticano no precisaron si el papa estaba solo en el ascensor o acompañado por alguno de sus ayudantes.