EL PARAÍSO, HONDURAS. «Los liberales no somos máquinas tragamonedas», fueron las palabras del presidente de la bancada del Partido Liberal en el Congreso Nacional, Mario Segura, quien comentó que no se dejarán comprar por el Partido Nacional.
Las declaraciones las dijo en una gira de medios en El Paraíso, donde él estaba acompañando al candidato presidencial liberal, Yani Rosenthal.
Segura defendió al Partido Liberal, al decir que los miembros del Partido Nacional deben entender que los liberales no se venden por 50 lempiras.
«Díganle a los cachurecos que los liberales no somos máquinas tragamonedas; díganles a los nacionalistas que el corazón de los liberales no es mercancía que se vende por cincuenta pesos», dijo el legislador.
Elecciones generales
Mario Segura también enfatizó que los liberales sostienen que es necesario que en Honduras hayan elecciones presenciales.
Además, aseguró que las votaciones son importantes, puesto que solo así se podrán deshacer de los nacionalistas.
«Cada machete, cada piocha y cada ladrillo se tiene que convertir en un arma para sacar a los cachurecos, si no se quieren ir para afuera», exclamó.
En ese sentido, comentó que a estas alturas, ya el Partido Nacional no tiene más oportunidades para poder seguir en el poder y eso es consecuencia por darle «noches duras» a los hondureños.
Yani ayudará al pueblo
Sin embargo, a pesar de la corrupción que existe en Honduras, Segura testificó que «mañana saldrá un sol brillante» y eso será gracias a que Rosenthal llegará al poder y todo cambiará en Honduras para bien.
«Los cachurecos han dejado este pueblo en piedra, pero con Yani lo vamos a dejar en mármol para que recuerden lo que son los gobiernos del Partido Liberal», acotó.
Por otra parte, le recomendó a los habitantes de El Paraíso, que si quieren que ese departamento progrese aún más, en noviembre deben votar por Yani Rosenthal, ya que solo él podrá generar un cambio.
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Don Jaime apostaba por el crecimiento
Finalmente, Mario Segura, precisó que el padre de Yani, don Jaime Rosenthal, abrió muchas empresas en El Paraíso, pues este confiaba en el potencial crecimiento de ese sector.
«Don Jaime dejó huellas en El Paraíso y debe seguirlas Yani, porque eran el anhelo de su padre», finalizó Segura.
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