El diezmo, para unos el peor método de robo empleado por pastores y líderes de
iglesias, para otros, un acto de agradecimiento a Dios, a través del cual se le devuelve a Él un poco de lo mucho que da.
Aparece por primera vez en el libro de Génesis, capítulo 28, versículo 22, cuando Jacob le dice a Dios «Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti».
Son muchos los tabúes que existen sobre ésta práctica. Se cree que los feligreses son obligados por sus líderes a dar el diez por ciento de sus ingresos a la iglesia. Y además, que bajo temor y amenazas, a algunos cristianos no les queda mas que tributar a Dios.
Por esa razón es que los no creyentes, agnósticos y anti-clericales afirman que se trata de un engaño por parte de los pastores para lucrarse de sus ovejas.
ENTREVISTA: ¿Es esto cierto?
Para romper el tabú y aclarar las dudas, Diario TIEMPO platicó con uno de los pastores del
movimiento de iglesias Gran Comisión Latinoamérica (GCLA), Dennis Chavarría, quien tiene una larga trayectoria como líder y pastor.
Chavarría explicó cómo ven el diezmo en Gran Comisión, diciendo que nadie está ni debe estar obligado a hacerlo porque dar o no es un tema de convicción del creyente:
«El diezmo tiene que ser una convicción personal. No es algo que imponemos, ni coaccionamos a la gente a hacerlo, sino que en enseñamos lo que dice la palabra, que es algo que tiene que ver con generosidad, no solo para la obra de Dios, sino también para la comunidad. En ese sentido, sí enseñamos que debemos ser generosos, pero es algo de convicción personal», dijo él, hablando del caso particular de Iglesia Gran Comisión.
«El Nuevo Testamento habla de generosidad, no de cantidad»
«El diez por ciento no es una ley. Hay personas que empiezan dando menos; hay otras que son tan generosas que incluso dan más. El Nuevo Testamento no habla de cantidad, habla de generosidad y, en los evangelios, Jesús más bien alabó a la viuda que sólo dio dos monedas. El espíritu es honrar a Dios con generosidad y sin límites», detalló.
Recolección y conteo
Posteriormente, el líder espiritual explicó cómo es el proceso de recolección y conteo del dinero que la iglesia recibe como ofrenda de sus miembros.
«Se pasan las canastas durante las reuniones y hay varios equipos de hermanos voluntarios. Se recoge la ofrenda con los ujieres y se lleva a un lugar donde éste equipo cuenta el dinero y llena un informe con los datos de la cantidad que ingresó. Luego, meten el dinero y la hoja del informe en una bolsa de cuero que tiene un candado codificado y eso es lo que se lleva al banco para depositarlo. Los voluntarios firman esa hoja y queda adjuntada al depósito», explicó Chavarría.
Depósito
«El dinero se deposita a la cuenta de nombre Iglesia Gran Comisión. Y, la única forma de sacar dinero de esa cuenta es si dos personas, testigos, firman, de lo contrario no. A final de mes se elaboran unos estados financieros y se les envía a todas las personas voluntarias. También se hacen auditorias».
Cabe señalar que según lo dicho anteriormente, durante todo el proceso, ni los pastores de la iglesia, ni el staff tienen acceso directo al dinero.
En ese sentido, Chavarría comentó: «Yo creo que ése es el espíritu, ser transparentes en todo lo que hacemos. Cualquiera que quiera ver nuestras cuentas puede hacerlo sin ningún problema».
Propiedades de la iglesia
Otro de los tabúes más comunes entre los anticlericales es que la iglesia y las propiedades de la misma le pertenecen al pastor o al cuerpo pastoral.
«Toda inversión, compra de terrenos, construcción y todo eso, no está a nombre de ninguna persona natural, está a nombre de Iglesia Gran Comisión. Nadie más lo puede tomar. Tampoco se puede vender. Las propiedades están a nombre de la iglesia porque son para las futuras generaciones. Por eso es que nada se compra a nombre de ningún pastor», detalló.
«Hay iglesias en las que el pastor maneja todo y creo que es en donde comienzan a haber errores, porque la iglesia no es del pastor, es de Dios».
Cabe mencionar que, naturalmente, una iglesia, sea cual sea, como toda organización necesita recursos, y es por eso que se acostumbra a pedir ofrenda.
«Lo que se busca con los diezmos y ofrendas en plantar más iglesias. Alcanzar todas las naciones. Estar presentes en más lugares y llevar el mensaje de salvación a las personas», continuó.
«Ningún pastor puede volverse millonario»
Respecto al supuesto «enriquecimiento pastoral», Dennis explicó lo que dice la Biblia sobre esto. Enfatizó en que las Escrituras dicen que el pastor debe ser remunerado; sin embargo, esto no puede convertirse en una forma de lucro.
«Si es verdad que la Biblia lo dice que quien enseña la palabra puede ganar incluso el doble, creo que la iglesia es responsable de cuidar las necesidades del pastor porque él se vuelve como un gerente; es decir, se dedica a tiempo completo a la obra».
«Todos sabemos, al menos en nuestras iglesias, que no nos vamos a hacer millonarios. De parte de la iglesia no se volverá millonario. Algunos pastores con mucho esfuerzo adquieren su casa, su carro. La verdad es que se trata de un hombre de ministerio. A la vez, la iglesia ayuda al pastor aque no esté pensado ‘¿Qué le doy de comer a mi familia?’ mientras pastorea la iglesia», concluyó.