TEGUCIGALPA, Honduras. – El periodista Ivis José Alvarado asegura que, tras el Golpe de Estado, evento sobre el cual tuvo una cobertura protagónica, fue difícil para él sentirse perseguido y sentir la amenaza que cernía sobre su vida y la de su familia por publicar información que incomodaba a los del poder.
El comunicador capitalino ha sido siempre un reportero sagaz, apasionado y competitivo. Durante aquel momento de la historia política del país, trabajaba para medios de comunicación con agendas informativas separadas a la matriz oficial.
Ahora está de regreso en la pantalla chica con un nuevo programa de entrevistas.
Y en una entrevista para TIEMPO Digital, aprovechó para hablar de este proyecto y de los altos y bajos de sus 23 años en el Periodismo.
Estás de regreso en la pantalla con un programa de entrevistas. ¿Qué retos te plantea este nuevo proyecto y qué diferencia a este programa de otros similares que hay en la parrilla?
Todo nuevo proyecto representa un reto personal y profesional. Me gustaría colocar este programa en el corazón y en la mente de las personas. Que lo vean y sientan como referente de generación de opinión y claro, ¿por qué no?, en el número uno de preferencia en ese horario. Vaya objetivo, verdad… (se ríe).
La diferencia entre este programa y el resto, no creo que sea el formato, sino más bien tu servidor. La manera de abordar los temas y de hacer que los invitados hablen aunque los tópicos a tratar sean incómodos. El objetivo es darle al televidente los elementos óptimos para que llegue a una conclusión en determinado tema o suceso.
¿Por qué te decidiste por el horario de los noticieros estelares (9:00 p.m.)? ¿Los consideras competencia?
La idea de utilizar un horario estelar en la televisión es intentar darle a las personas algo diferente para ver y escuchar a esa hora de la noche. Por supuesto, la competencia por hacerse del público es feroz y nos atrae el hecho que muchas personas prefieran vernos. Siendo que a esa hora la propuesta informativa ha sido desgastada durante todo el día, estamos dispuestos a competir y disputar audiencia con quien sea.
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«FUE DIFÍCIL SENTIRME PERSEGUIDO»
¿Por cuáles experiencias pasaste desde el Golpe de Estado hasta ahora? ¿Cómo han sido estos años en tu vida?
Indudablemente que mi vida personal y profesional cambiaron desde el Golpe de Estado. Ser parte de ese grupo de periodistas que rompieron el cerco mediático formado por las grandes corporaciones fue una gran experiencia que sin duda alguna trajo muchos altos, pero también muchos bajos, tanto en lo laboral como personal.
No es fácil ser perseguido por un régimen golpista. Que tu seguridad y la de los tuyos se vea comprometida hasta el punto de arriesgar la vida por decir o publicar una información. Ha sido difícil, incluso porque la estabilidad económica de los tuyos es puesta en una balanza por aquellos que pautan en los medios para los que has trabajado, al grado de cerrarlos como en el caso de Globo TV.
Sin embargo, nada de eso empaña el reconocimiento de las personas que valoran tu trabajo y la labor emprendida en busca de un país con mejores condiciones de vida. Han sido años difíciles, pero a la vez hermosos.
¿En este tiempo llegaste a considerarte en un periodista en la llanura?
La pregunta es: ¿Existen los periodistas en el poder? ¿Por qué un profesional del periodismo en Honduras debe considerarse en la llanura? Al contrario, creo que el hecho que mi periodismo no sea de corte oficialista te pone en el radar de quienes te quieren y de quienes te desprecian, por lo que escribes o hablas. Eso no es llanura, es más bien vigencia.
¿Consideras que este momento es tu renacer periodístico?
De toda mi carrera periodística de más de 23 años, nunca me sentí más vivo como en estos últimos ocho años. Ahora bien, estoy haciendo en este momento algo que me apasiona: entrevistar. Quizás en el rostro se me nota la alegría de volver a tener una oportunidad como esta y de ahí el concepto de renacer en el periodismo.
Comenzaste muy joven en el periodismo, pero siempre estuviste muy conectado con los gobiernos, teniendo buenas relaciones y excelentes contactos. ¿Qué tal han sido las relaciones con el actual Gobierno?
Qué sería de un periodista sin contactos, sin relaciones que te permitan llegar a donde tú quieres en busca de una información. Un reportero sin buenas fuentes está en la profesión equivocada.
Hoy día es más complicado, ya que el manejo institucional de la información es hermético y al periodismo crítico que contrasta la verdad oficial le es difícil obtenerla. Sin embargo, siempre hay dónde escudriñar. No tengo una buena relación con los funcionarios de este Gobierno, pero eso no significa que sea nula.
¿Qué significado tienen TN5 y Vica Televisión en tu carrera periodística?
Vica Televisión fue mi escuela, donde aprendí muchas cosas tanto de mi superiores como de mis compañeros, todos excelentes periodistas. De hecho, tuve dos etapas ahí, mis inicios y con el tiempo volví en un nuevo proyecto. TN5 fue mi consolidación como reportero, en ambos medios aprendí mucho. Me formaron y les guardo cariño y respeto.
¿Qué queda de aquel paso por Cholusat Sur?
Recuerdos maravillosos, Cholusat Sur Canal 36 llegó a ser en su momento uno de los medios más influyentes del país. Ser parte de ese equipo informativo, en ese tiempo que vivió el país, me llena de orgullo. Se rompió el cerco mediático de las televisoras y obviamente me puso en los ojos de muchas personas.
De tu paso por Cholusat recordamos dos momentos importantes en tus coberturas. Uno de ellos, el enfrentamiento en la UNAH entre estudiantes y policías en pleno Golpe de Estado. ¿Ese día, la rectora Julieta Castellanos se cayó o la tiraron los policías?
(Risas) La pregunta que todo mundo me hace, no podía faltar. La rectora del alma máter ese día recibió un golpe frontal con el escudo de un soldado Cobra anti motín que la tiró al suelo. Ahí están las imágenes en los archivos de todas las televisoras que cubrimos ese hecho.
Otro momento es el 5 de julio del 2009, en una protesta frente a la Fuerza Aérea donde muere Isi Obed. Tú también estabas ahí. ¿Eran balas de goma?
Sin duda alguna eran balas vivas, no fue una bala de goma la que mató a Isi Obed. Ni las que impactaron en una motocicleta que posteriormente se prendió en llamas, o las que hirieron a dos personas más de las que nadie dio razón y ni siquiera hablan.
«TOMÉ PARTIDO, PERO ESO NO ES UN CRIMEN»
¿Sentís que tomaste partido en el Golpe de Estado?
Sí, sí tomé partido, del lado de los que lo denunciamos y condenamos hasta el día de hoy, eso no es un crimen. Crimen sería negar lo que pasó y eso jamás lo haría por respeto a los que dieron su vida defendiendo la institucionalidad del país.
¿Viviste muchas frustraciones en ese tiempo?
Sí las viví, pero esas frustraciones te enseñan, te forman, aprendés a lidiar con ellas. No soy de los que viven quejándose al aire por lo que pasamos en ese momento; ocurren, aprendes, las superas y ya, a lo que viene.
La vida te condujo a otro medio afín a la Resistencia, del que saliste hace unos dos años. ¿Qué pasó con David Romero? ¿Por qué te fuiste y en qué términos? Que conste… Todos escuchamos lo que pasó al aire aquella tarde.
Con David Romero mantuve durante mis años en Globo TV y Radio Globo una excelente relación que tuvo, como en todos los trabajos, diferencias de criterios. Hubo altercados que eran resueltos en paz y diálogo entre ambos, siempre nos dijimos lo que pensábamos mutuamente el uno del otro.
La vida es de ciclos y el mío en ese medio había llegado a su fin, lo más sano era buscar nuevos horizontes. Salí de ahí en buenos términos, tanto con su dueño, Alejandro Villatoro, como con David Romero.
¿Estuviste en el equipo que encontró la punta de la madeja en la corrupción del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS)?
Así es. Ese caso insigne de corrupción en el país que fue descubierto gracias al acierto y olfato de ese equipo y a la valentía de informantes dentro y fuera del IHSS, cuya identidad conocemos el señor David Romero y este su servidor nada más. Mismas que hemos cuidado hasta este día y difícilmente las revelaremos, al menos en mi caso.
Además de la oposición al Golpe de Estado en el país, este caso catapultó a otros niveles a Radio y Globo TV, sin duda. En otra ocasión podría contarles más detalles de cómo ocurrió todo.
Déjame complicarte la vida con una pregunta. ¿Quién ha sido tu mejor jefe?
(Risas) Difícil definirlo, porque de todos aprendí muchísimo. Por ejemplo, Laura Ruiz, mi jefa en Vica Televisión, es mi madre periodística, con la que el estudiante de la carrera de Periodismo se hizo reportero.
De la señora Roxanna Guevara en TN5, aprendí a buscar la excelencia en tu pieza informativa, a que tu trabajo fuese el mejor y competir con los demás hasta lograr eso. De Esdras Amado López aprendí a ser generador de opinión, a buscar incidir de verdad con tu trabajo, además de que tuve un trato personalizado con él siempre.
De David Romero puedo decir que para nadie es un secreto que él es uno de los periodistas mejor informados del país; eso se te impregna, aprendés a estar en el ajo siempre, a no dormirte, a investigar.
Independientemente del rumbo que hemos tomado, todos han sido grandes maestros para mí en un momento determinado de mi vida, puesto que uno jamás deja de aprender.
¿Cómo llegaste a Une TV y qué compromisos adquiriste en este nuevo trabajo?
Hubo acercamientos con esta casa televisora durante su surgimiento. A mi salida de Globo se abre la oportunidad de hacer concretas esas pláticas y es así que luego de negociaciones con su gerente propietario, el señor Mauricio Ramos, paso a formar parte del cuerpo de presentadores del canal.
Los compromisos son los mismos, hacer lo mejor posible nuestra labor para presentar una propuesta agradable a nuestro público televidente, siendo generadores de opiniones y de criterios.
Financieramente hablando, hay periodistas de todos los niveles. ¿Cuál es el tuyo?
Yo acostumbro a auto calificarme. Yo tengo y tendré siempre el nivel profesional que me dé mi familia, que es lo más importante en mi vida. Son las personas a las cuales me debo, ellos son los que pueden decirle en qué nivel me encuentro.
¿Alguna vez ganaste el salario mínimo de un periodista? (Ahora es de unos 16 mil lempiras)
(Risas) De hecho, inicié ganando en mi primer trabajo 1,200 lempiras. Con el paso del tiempo y al ver mis capacidades, las empresas con las que trabajé llegaron a pagarme bien y a ofrecerme otros esquemas salariales que me beneficiaron.
¿Ajustaba? O, ¿cómo lo estirabas?
(Risas) Imagínate en aquel momento dos hijos y 1,200 lempiras de salario. Cubría lo básico, gracias a Dios incursioné en el mercadeo a la par del periodismo y eso siempre me permitió tener mejores ingresos, aunque no para volverme rico, pero sí para tener lo necesario.
¿A qué edad te casaste, cuántas veces te has casado y cuántos hijos tenes?
Me casé a los 28 años y solo lo he hecho una vez. Tengo cuatro hermosos hijos: dos bellas mujeres y dos varones muy galanes… Aída Estefanía, Ivis Eduardo, Gabriela Estefanía y José Wilfredo.
«NO ME VOLVERÍA A CASAR»
¿Si Lupita (tu esposa) faltara, te volverías a casar?
Tengo la idea de envejecer al lado del amor de mi vida, mi Lupita. Pero si ella faltara no me volvería a casar, ella es la primera y la única en ocupar ese sitio en mi vida, así se lo juré ante un altar.
¿Cómo has resistido la tentación de pasar del periodismo a la política? ¿No te ha picado ese gusano?
Creo firmemente que en este momento le sirvo más a la sociedad como periodista. He recibido muchas tentaciones de varios partidos, sin embargo soy realista y por ahora estoy concentrado en lo que hago: periodismo.
¿Mentira o verdad que vales mientras estás en los medios de comunicación?
Los periodistas vivimos de la vigencia, es nuestro oxígeno, en consecuencia el periodista ocupa al medio y el medio al periodista. Pero valer como persona, vales dentro y fuera de cualquier medio, ahora hay muchas maneras de ejercer la profesión de comunicador.
¿Es el sistema de comunicaciones de Honduras una pista de doble vía? ¿Hay dos verdades en Honduras?
Creo que sí, hay una verdad oficial y existe una verdad que contrasta la línea o el código informativo que emana desde las estructuras de poder.
¿Hay medios de derecha y medios de izquierda, y periodistas de derecha y de izquierda?
Eso viene desde el Golpe Estado: a los que le condenamos nos colocan en la izquierda. A los que intentaron ocultarlo, que lo justificaron y defendieron los ubican en la derecha. Obviamente no existe ser humano sin ideología y medios sin intereses que defender, pensar lo contrario sería una ilusión.
¿Cuál es tu visión sobre la política hondureña?
La política en mi país es bastante sucia, durante años he visto traiciones de proporciones gigantescas. Aquello que la política es un arte en Honduras no es real; en el país la política es la habilidad de tragar sapos y defecar flores. Muchos de nuestro políticos caen a niveles muy bajos solo por conseguir un cargo o el poder mismo. Claro, existen excepciones.
¿Por qué nunca le diste de baja al ringtone de la canción de campaña de Xiomara Castro?
Porque creo que ella ganó las elecciones pasadas, le fue robado el triunfo y la silla presidencial. Xiomara Castro debió ser la primera mujer que gobernara este país, tan simple como eso.
La pregunta de moda… ¿Quién va a ganar las próximas elecciones?
Si el fraude montado por Juan Hernández es vencido, no me cabe duda que el próximo presidente de Honduras será Salvador Nasralla.
¿Tenés confianza en las nuevas generaciones de periodistas? ¿Qué tienen ellos que no tengamos nosotros? ¿Qué les falta a ellos que nos sobre a nosotros?
He visto mucho talento en algunos de los que conforman esta generación; además, ellos cuentan con los adelantos de la tecnología para impulsar su carrera. Nosotros hicimos periodismo y redactamos nuestras primeras cuartillas en máquinas de escribir.
A ellos creo que les falta aquella inquietud de obtener la primicia informativa, la primera plana o la última hora. Antes había más competencia pese a existir menos medios, ahora todo se soluciona con un «dame la copia» y eso no puede ser: el periodista debe ser celoso de su trabajo.
¿Dónde te hubiera gustado nacer y dónde te gustaría morir?
Amo mi ciudad, soy capitalino. Nací en el Barrio Abajo de Tegucigalpa, en el Seguro Social, y me crié en el barrio La Concordia. Así que no puedo elegir una ciudad más hermosa para nacer y morir que mi Tegucigalpa.
¿En qué lugar te visualizas en cinco años?
Espero estar consolidado aún más como periodista y como persona. ¿Y por qué no?, dirigiendo mi propio medio, que es mi sueño de toda la vida.