COPÁN, HONDURAS. Viral se ha vuelto la historia de un hombre y su perrito, que no se separó ni un minuto de él, mientras permaneció detenido durante varias horas por la Policía Nacional en Santa Rosa de Copán, al occidente del país.
El video corrió de inmediato por las redes sociales, pues «Job», un peludito adulto, se subió a la patrulla donde llevaban al detenido Cristóbal Díaz Martínez y lo acompañó hasta las bartolinas.
A Martínez lo aprehendieron por portar un arma de manera ilegal. Sin embargo, la situación se aclaró y él demostró ser un hombre honesto, aunque la historia con su canino ya había dado la vuelta al país.
Ambos retornaron a casa. En una entrevista en HCH, Cristóbal relató cómo Job llegó a sus manos, volviéndose su fiel compañero, y confirmando el dicho que el mejor amigo del hombre es el perro.
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Historia de «Job»
Don Cristóbal contó que el pasado domingo él andaba en compañía de su perro comprando unas cosas para comer, cuando de repente lo interceptó la Policía en el barrio Dolores.
«Me dijeron que me parara y que pusiera las bolsas en el suelo, vine y las puse. Mi perrito andaba acompañándome y fue donde me encontraron el arma y me pidieron el permiso (policial), y como no andaba permiso vinieron y me montaron a la patrulla e inmediatamente se montó mi perrito y se fue conmigo a las bartolinas», relató el hondureño.
Asimismo, comentó que lo tuvieron 24 horas tras las rejas debido a que no andaba permiso para portar arma, y su amigo no se le separó nunca. «Él me estuvo cuidando allí detrás de las rejas, no se movió hasta que me sacaron», agregó.
Cristóbal aseguró que él es un hombre honesto, criado en una familia jornalera y que cosecha maíz y frijoles. A la vez detalló que labora como guardia de seguridad y no tiene problemas con nadie.
«No sé porqué la policía lo desarma a uno cuando tiene un armita para defenderse, porque sabemos que mucho loco pasa en estos caminos y uno tiene que defenderse», afirmó el ciudadano.
¿Cómo llegó el perrito a Cristóbal?
Martínez contó además que quien le puso «Job» al perrito fue su antiguo dueño, que falleció hace un tiempo, pero antes de partir al cielo se lo entregó a él.
«El perro se ha criado conmigo y cuando su primer amo se murió, él lo fue a cuidar abajo del cajón», acotó con Cristóbal.
Asimismo, aseguró sentirse feliz y orgulloso porque su mejor amigo no lo dejo solo ni un minuto mientras el estuvo en las bartolinas, y es algo que pasa por primera vez que sus animales lo cuidan de esta manera.
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