Inglaterra.- Harvey Elliott ha pasado de ser un niño inglés más a un futbolista del Fulham que participa en partidos oficiales como el que el conjunto londinense disputó anoche en la Carabao Cup ante el Milwall.

El chico, de sólo 15 años, se convirtió en el jugador más joven en la historia del club y acaparó todos los flashes cuando saltó al campo a los 81 minutos de partido.
Sin embargo, este récord de precocidad ha venido acompañado de numerosas críticas de diversos sectores del país.
Apenas unas horas antes del encuentro, Elliot estaba sentado en el pupitre de su clase en el colegio haciendo un examen, «el lugar más lógico para alguien de su edad», según se extendió en redes sociales al conocerse la noticia.
La polémica tras su edad
Los medios ingleses más importantes también se hicieron eco del debut. La BBC, sin ir más lejos, recalcó que ni siquiera tiene la edad para tener un contrato profesional como futbolista (mínimo hay que haber llegado a los 16 años).
Además recordó que ya había debutado con el Fulham en un amistoso en España durante el parón de selecciones, otro momento en el que se perdió días de clases.
Elliot ha sido vinculado con Barcelona, Chelsea, Borussia Dortmund y Manchester City. Nació en abril de 2003 y tenía sólo dos meses cuando Wayne Rooney hizo su debut con Inglaterra.
Es el primer jugador de 15 años en jugar en el Fulham, cuyo récord anterior de precocidad estaba en manos de Matthew Briggs en 2007 con 16 años y 65 días.