CORTÉS, HONDURAS. Varios policías y militares han fallecido en los últimos días por supuestos infartos, mientras realizaban pruebas físicas o entrenamientos rutinarios, y según las declaraciones de la jefatura de las Fuerzas Armadas sospechan de las secuelas del COVID-19 u otras razones.
Algunos ciudadanos precisaron que eso podía ser posible, pues diferentes estudios demostraban que después de un contagio de COVID-19 los daños cardiovasculares aumentaban.
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Otros estuvieron señalando que también podía deberse a las vacunas. No obstante, para corroborar esta información, Diario TIEMPO contactó al doctor Carlos Umaña.
Él precisó que en los últimos estudios que se han realizado se destaca que hay ocho veces más posibilidades de padecer eventos cardíacos en los pacientes que han tenido COVID-19, que en los vacunados.
«Las secuelas que se están viendo, al haber padecido COVID-19 son muchas, desde dolores musculares, dolores de cabeza, cansancio, problemas cardiovasculares, problemas renales, en el páncreas», explicó el médico.
También, agregó que se ven secuelas en los pacientes diabéticos o hipertensos, «esto hace que sea alarmante», agregó.
Umaña además manifestó que se está viendo un número alto de muertes prematuras en jóvenes, porque quedan con arritmias.
Muerte de policías y secuelas de COVID-19
El doctor nuevamente reiteró que las investigaciones son precisas y los expertos han estudiado que, en efecto, tras sufrir la infección del virus, se pueden presentar problemas cardíacos.
«Esa es la razón por la cual siempre hemos dicho que se cuiden para que no les dé COVID a las personas», agregó el galeno.
Al consultarle sobre la posibilidad de que las últimas muertes de policías realizando pruebas físicas sean por secuelas del COVID-19, el doctor respondió que sí es muy posible.
Asimismo, determinó que para eso les realizaban exámenes antes, pues ahí es donde se debe comprobar si tienen o no alguna afectación. En caso de tenerla no pueden proceder, ante el riesgo que esto implica.
Muere nuevo aspirante a soldado durante pruebas físicas
Un nuevo aspirante a soldado falleció la noche del pasado domingo, luego de sufrir complicaciones tras finalizar unas pruebas físicas en el Centro de Adiestramiento de las Fuerzas Armadas (CAMFFAA).
Nuevamente, el país atraviesa por otra muerte misteriosa de un aspirante al instituto militar. Esta vez, se trató de Samer Adonis Ardón Zavala, un joven de 18 años de edad, quien presuntamente murió por un ataque respiratorio.
De acuerdo con lo revelado por las autoridades, el joven estaba asignado al Sexto Batallón de Infantería en Olancho, donde cumplía con su entrenamiento. No obstante, al concluir con la rutina, presentó un fallo respiratorio y rápidamente fue llevado hasta un centro asistencial de Tegucigalpa. Minutos después falleció.
El diagnóstico preliminar de muerte indica que es por un shock séptico respiratorio, sumada de una falla multiorgánica, debido a que el aspirante a tropa recién había realizado su ejercicio físico.
Con este nuevo deceso, suman siete, entre aspirantes y tenientes, que en menos de 40 días han perecido extrañamente en los institutos policiales.
