Por no unirse al paro, le quiebran vidrios a «rapiditos» en SPS

CORTÉS, HONDURAS. Por irrespetar el paro de labores que mantienen los transportistas, dos conductores de «rapiditos» sufrieron no solo porque les bajaron a los pasajeros de las unidades, sino también porque les quebraron los vidrios de los autos.

Desde horas de la mañana, de este viernes, se conoció que diferentes rutas declinaron el seguir sin trabajar. Ante ello, comenzaron su recorrido normal, sin embargo, en el barrio Barandillas otros empezaron a hacer bajar a las personas que iban ahí.

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Después de eso, en la tarde, se confirmó que algunos transportistas, molestos, le quebraron los vidrios a dos unidades, específicamente de la ruta 7, que pasa por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (UNAH-VS).

Dos vídeos difundidos en redes sociales muestran el momento en que, con piedras, algunos motoristas dañan los rapiditos. En el primero se ve cuando un rapidito va circulando por una calle cerca de un complejo donde juegan fútbol rápido.

En ese momento, aparecen unos transportistas que con piedras en mano amenazan al conductor. Este al verlos les dice: «Si me tocan un vidrio ya van a ver, verdad». Luego, empiezan a bajar a los pasajeros que llevaba.

Dañaron la unidad

Seguido de eso, se observa cuando el hombre está a punto de retirarse en el auto, pero de repente, uno de los transportistas lanza una piedra y le hace un enorme hoyo a la ventana de la parte trasera.

La segunda grabación evidencia a otro conductor siempre de la misma ruta, solo que este está en la carretera cerca del Mall Galerías del Valle. En primer lugar se escucha decir a la persona que graba: «Ajá, vos sos el que andas en el Catarino metido».

En ese momento, del otro extremo lanzan una piedra que inmediatamente quiebra los vidrios. Después, el hombre nuevamente se dirige al conductor y le dice: «Eso les pasa porque estamos parados y ustedes andan ahí».

Asimismo, comienzan a aparecer otros hombres que empiezan a lanzarle rocas al carro con él adentro. Una de ellas llega a otra ventana y se nota como se desprende la cristalería. «Eso les pasa por meterse en la ruta de nosotros, bien saben», se oye decir.

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