REDACCIÓN. La mayoría de las crisis convulsivas suelen durar entre 30 y 90 segundos y no provocan daños mayores. Usualmente, la persona que la ha sufrido se despierta lentamente, aunque puede permanecer un rato somnolienta y confusa.
Por estas razones, el objetivo de ayudar a quien convulsiona es evitar posibles lesiones y complicaciones mayores que pueden resultar peligrosas.
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Lo más habitual es que la persona pierda la conciencia, caiga al suelo y presente movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas debido a la contracción y relajación excesivamente rápida de los músculos.
¿Qué provoca una convulsión?
En condiciones normales, las neuronas (células nerviosas cerebrales) crean, envían y reciben impulsos eléctricos que permiten que el cerebro funcione de forma adecuada.
Si estas vías de comunicación se dañan o interrumpen, pueden aparecer convulsiones. A pesar de que la epilepsia es la causa más habitual, no es la única circunstancia en la que pueden aparecer convulsiones.
La fiebre muy elevada, ciertos medicamentos, un golpe en la cabeza, algunas enfermedades, infecciones por virus (incluida la COVID-19) y hasta la falta excesiva de sueño pueden provocarlas.
De todos modos, aunque las causas de una convulsión sean tan diversas, los síntomas son muy similares en casi todas ellas y, obviamente, las medidas generales para ayudar a quien las padece coinciden.
Hay que mantener la calma
Si presencias una crisis convulsiva y crees que esa persona se va a caer, procura que no se golpee contra el suelo. A partir de aquí, esta es la secuencia que debes seguir:
- Una vez tumbado, coloca una almohada bajo su cabeza o cualquier prenda mullida que evite golpes.
- A continuación, gira su cabeza hacia un lado.
- Retira los objetos de su alrededor con los que podría golpearse.
- Si lleva gafas, quítaselas, podrían romperse y cortarle.
- Afloja corbatas, cinturones, collares o cualquier objeto o pieza de vestir que pueda dificultar la respiración.
- Una vez haya finalizado la crisis, coloca a la persona de lado, en la posición lateral de seguridad. De este modo evitarás que si vomita, se lo trague (con el peligro de ahogo que eso conlleva) y, además, le ayudas a respirar mejor.
Es importante que mantengas la cabeza fría y contabilices el tiempo que dura la crisis, aunque sea aproximadamente, es probable que el médico que lo atienda te lo pregunte después.
¿Qué no se debe hacer?
Del mismo modo que es importante saber actuar ante una situación de este tipo, debes conocer qué gestos hay que evitar porque podrían ser contraproducentes.
En primer lugar, si babea o echa espuma por la boca, no te asustes, es normal. Procura no:
- Sujetarlo ni evitar que se mueva.
- Introducir ningún objeto entre los dientes (ni siquiera un pañuelo), podría tragárselo, dañarse la boca o morderte.
- Empeñarte en hacerle la reanimación cardiopulmonar (RCP), no la necesita. Lo habitual es que reanude la respiración espontáneamente una vez finalicen los espasmos.
- Ofrecerle comida ni bebida, tampoco agua. Espera a que esté completamente recuperado.
- Darles ningún medicamento, ni siquiera de los que no necesitan receta.
- Dejarlo solo. No lo abandones, espera a que esté consciente y se pueda comunicar y mover con absoluta normalidad. Hasta entonces tu misión es tranquilizarle y explicarle brevemente, con pocas palabras y de manera sencilla, lo que le ha sucedido. De todos modos, es fundamental que no lo agobies: procura dejarle su espacio para favorecer la recuperación.
Llama de inmediato a emergencias
Si la convulsión llega a los 5 minutos o los sobrepasa, tiene que verle un médico enseguida.
También si se trata de la primera vez que le sucede una crisis de este tipo, si aparece otra convulsión poco después de haber sufrido la primera y, sobre todo, si no se despierta entre una y otra.
En caso de que no recupere la respiración, hay iniciar de inmediato la maniobra de reanimación pulmonar (RCP) y llamar rápidamente al Sistema de Emergencias 911.
Otras situaciones en las que es imprescindible una llamada urgente a profesionales son si ha recibido un golpe en la cabeza, si le sucede estando en el agua, si se acompaña de fiebre o si se trata de una embarazada.
Fuente: Saber Vivir
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