SAN PEDRO SULA. ¿Alguna vez te has detenido a platicar con quien recoge tu basura?. La basura es un dolor de cabeza de todos lo días, algunos la clasificamos, otros sólo la acumulamos, pero al final todos la botamos.
Aquí 5 cosas esenciales que debes saber sobre las personas encargadas del tren de aseo en San Pedro Sula.
1. NO UTILIZAN PROTECCIÓN
Cuando recoges tu basura, quizá la prepares en bolsas bien herméticas, bolsas especializadas para almacenar basura, o quizá solo tomes la bolsa que te dieron en el supermercado y metas todo allí.
Lo triste es que estás personas están obligadas a recoger cualquier tipo de bolsas, cajas e incluso drones, repletos de basura en descomposición, llena de gusanos, gérmenes y bacterias. Ellos, todo esto lo tocan directamente con sus manos, con su piel, desarrollando sin saberlo, un sinnúmero de enfermedades dermatológicas que en el caso de hongos pueden hasta ser contagiosas, gracias a que nadie les provee trajes y guantes especializados. Así mismo sucede con los hedores a los que se ven expuestos, la contaminación olfativa les produce en muchos casos enfermedades respiratorias y cardíacas.
2. PERCIBEN UN MISERO SALARIO
Hablando con ellos, te das cuenta que ganan muchísimo menos que cualquiera de nosotros, con el máximo de esfuerzo. Total si te pones a pensar, ninguno de nosotros ejecutaría este trabajo sin protección y ganando menos de 2000 lempiras a la semana, cubriendo las rutas de toda la ciudad.
Ellos lógicamente no tienen grandes niveles académicos, sin embargo el esfuerzo físico que realizan, vale mucho más que los 7,000 lempiras que pueden llegar a obtener al mes.
3. NO TRABAJAN PARA LA MUNICIPALIDAD
Al intentar investigar porque nuestros impuestos no están pagando por el equipo de protección que estas personas deberían utilizar las 24 horas, los 7 días de la semana, para desempeñar sus funciones. Nos encontramos con la sorpresa, que las 70 personas que conforman el tren de aseo de San Pedro Sula, trabajan para un contratista, quién recibe el dinero de la Municipalidad y es encargado de supervisar el proceso de recoger la basura de toda la ciudad.
Más interesante aún, es el hecho de que esta persona les provee de chalecos, esos que parecen de tránsito, pero que a simple vista, no tienen ningún tipo de funcionalidad más que la de ser identificados, pero ser protegidos por su empleador, bueno para ellos eso no es más que una utopía, un sueño inalcanzable, una broma para pasar el momento con sus compañeros.
4. TIENEN FAMILIAS GRANDES
Al salir a ver el proceso de recolección de desperdicios, para tener la oportunidad de hablar con ellos de cerca, nos enteramos que 4 de cada 5 trabajadores de aseo que entrevistamos, tiene esposa y más de 3 hijos.
Esto supone una carga casi insoportable con un salario mínimo, como ya lo saben ellos ni al mínimo pueden aspirar, así que ya se pueden imaginar, con un salario de 6,000 o 7,000 lempiras al mes, mantener el sustento de 5 o 6 personas, la presión que eso puede significar.
5. SIEMPRE ENCUENTRAN TU BASURA TIRADA
Por muchas bolsas que le pongas a tu basura, por muy cerrada que este una caja, por mucho que la acomodes en la montaña de bolsas que dejan tus vecinos, los que recojen la basura siempre la encuentran desparramada y regada.
Esto debido al fenómeno que se esta dando en la ciudad, donde familias enteras de muy escasos recursos, la gran mayoría pertenecientes a los bordos, tratando de buscarse la vida de una u otra forma, han encontrado que el reciclaje, es una muy buena manera de ganar dinero.
Pero en el proceso de «clasificación» que realizan, rompen toda caja, toda bolsa sellada y botan todo dron que se les atraviese, por encontrar cada botella de plástico y hasta la última lata que exista, para no perder ni un centavo.
Culparlos es imposible, mejor que hagan esto a que se sumen a las filas de la delincuencia que ya son bastante gruesas. Sin embargo, siempre podemos ayudar, en lo más básico, lo más elemental, un gran consejo que me dió una vecina para toda Honduras, facilitemos las cosas.
Clasifiquemos y reciclemos nuestra basura. Solo basta con tener 3 bolsas en vez de una, rotularlas «vidrio» «plástico y latas» «organicos» respectivamente y así quien viene a registrar la basura ya se puede llevar lo que necesita, sin necesidad de perjudicar a los empleados del tren de aseo, a quienes también les podemos colaborar con lo que sea, ropa vieja, zapatos, guantes, o cualquier otro implemento que les ayuden a tener aunque sea un poco más se seguridad laboral.