TEGUCIGALPA, HONDURAS. Hoy, 1 de junio inició la jornada preparatoria para la reapertura inteligente de la economía en Honduras, la cual se pondrá en marcha en una semana, el lunes ocho de junio.
El reinicio progresivo de actividades estará sujeto a un enfoque territorial que designó un equipo de trabajo estatal. Por tanto, se condicionará la reanudación en torno a la evaluación de cuatro aspectos.
En un informe provisto por el Gobierno, se desglosa una serie de mapeos del territorio nacional, dividiendo los municipios según su densidad poblacional, incidencia de casos COVID-19, capacidad de atención médica y relevancia económica.
Cada imagen contiene una leyenda, donde se explica que el color rojo significa «alto», el color amarillo «medio» y el verde «bajo».
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Densidad poblacional
La primera variable es la densidad por área. En ese sentido, el análisis la expresa en habitantes por kilómetro cuadrado.
El material indica que es un factor vinculado al riesgo de contagio, dado que, entre más personas hay, existen más probabilidades de aglomeraciones. Eso, «aún bajo los parámetros de confinamiento establecidos por el Gobierno», según explica el documento.
En el primer mapa mostrado, se establece que la región oriental del país tiene una baja concentración de gente. Comprende la totalidad de Gracias a Dios y Olancho. La misma calificación aplica para la mayoría de Colón y La Paz, porciones de El Paraíso, Yoro y el norte de Francisco Morazán, entre otros.
También se apuntan en el espacio verde San Marcos de Colón, Duyure, Morolica y Apacilagua en Choluteca.
Mientras que la densidad «media» (color amarillo), abarca casi todo Copán, Santa Bárbara, Valle, y Choluteca. En El Paraíso, se suma a esta categoría el área de Danlí y otros territorios próximos a la zona sur. También aplican en este apartado la parte mayoritaria de Ocotepeque, Lempira e Intibucá.
Por Colón se suman aquí Sonaguera, Tocoa y Sabá. Además, El Porvenir, Jutiapa y Tela por el departamento de Atlántida. Por Cortés, aplica a San Francisco de Yojoa, Santa Cruz de Yojoa y San Antonio de Cortés, además de Omoa en la región más nórdica, entre otras.
La zona «roja», con una alta densidad poblacional es mucho más reducida. Ahí se encuentran el Municipio del Distrito Central (MDC), Siguatepeque, La Ceiba, Nueva Arcadia (Copán), San Lorenzo (Valle) y El Progreso (Yoro).
Por el departamento de Cortés se añade la mayor cantidad de sitios. Están involucrados San Pedro Sula, Choloma, Puerto Cortés, Villanueva, La Lima, Pimienta y Potrerillos.
Incidencia positiva
El segundo aspecto listado es la incidencia de casos de COVID-19. Se basa en los datos provistos por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER). Hasta el momento se han reportado 5,502 contagios en Honduras.
Las áreas más afectadas por la propagación del padecimiento son el MDC, la capital industrial, Villanueva y Choloma, por lo que se distinguen en un color rojo oscuro dentro del mapeo.
En la parte amarilla, con una incidencia «media», hay varias zonas. Entre ellas, Juticalpa y Patuca por Olancho. En Colón, están incluidas Sabá, Sonaguera y Tocoa. Gran parte de Choluteca también, exceptuando su área oriental. Asimismo, la una gran porción territorial de Atlántida.
El color verde extiende por muchos espacios de todo el país cinco estrellas pues, afortunadamente, los epicentros de la enfermedad no se han extendido más allá de Cortés y Francisco Morazán.
Capacidad de atención médica
Un factor en el que está reprobado Honduras es en la disponibilidad de acceso a la Salud. Ha sido perceptible como la pandemia llegó a desnudar, cada vez más, el deterioro en el sistema sanitario.
En virtud de lo anterior, el mapeo correspondiente a la capacidad de atención médica está repleto de tintes rojos, con uno que otro destello amarillo y un puñado de sitios en verde.
Los únicos lugares que se «salvarían» en este aspecto son Danlí, La Ceiba, San Pedro Sula y Tegucigalpa y Comayagüela.
Relevancia económica
Tildado en ocasiones de inhóspito, la totalidad del departamento de Gracias a Dios está coloreada de rojo en cuanto a sus aportes económicos a la nación. Lo mismo pasa con la región nor-oriental de Colón y Olancho.
Se suman, además, Trojes y otros territorios en el sur de El Paraíso. Lempira también se cataloga como improductivo económicamente en varias de sus áreas, principalmente en la zona sur. Intibucá sostiene un panorama similar.
Regiones
Considerando el análisis de los mapeos previos, el material englobó las características de los territorios en tres regiones. La primera es aquella caracterizada por baja incidencia de COVID-19 y escasa densidad poblacional, por lo que será la primera considerada para la «apertura inteligente» de las empresas y actividad económicas.
Después, está la región dos, que incluye a las áreas rurales o con mediana incidencia de COVID-19 e igual densidad poblacional.
Mientras que la región tres, que comprende básicamente los focos de contagio más predominantes, envuelve las áreas con alta incidencia e igual densidad poblacional.
La capacidad de atención médica y la relevancia económica también serán tomadas a consideración, de forma paralela. ¿A qué región pertenece su municipio de residencia? Observe los planos a continuación.
En conclusión, podemos apuntar que la región 1 la componen 232 municipios; la región 2 otros 53 y en la región tres existen 13 municipios que son denominados como los más conflictivos.
Según Rafael Medina, director de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), la reapertura total, incluyendo la última región, se estaría presentando a finales de agosto.
Asimismo, explicó sobre el regreso a sus quehaceres del personal de empresas. Mencionó que la región 1 se incorporará con un 60 % el personal, mientras que la región dos comenzará con el 40 % de los empleados. Finalmente la región tres se iniciará con un 20 % del personal.
Fases
Como adelantábamos al principio, la etapa preparatoria inició hoy, uno de junio. A la misma se le denominó como «Fase 0». Está planeado que sea el espacio de tiempo para que los recintos comerciales adopten las medidas de bioseguridad y capaciten a su personal.
El ocho de junio arrancará la ejecución del reinicio de actividades. Esa será la fase número uno. Se estableció que será con el 20 por ciento del personal, aunque se excluye a personas de tercera edad y trabajadores con enfermedades preexistentes. Durará dos semanas esa faceta.
La fase dos dejará la incorporación del 40 por ciento de la planilla de las empresas. Eso, bajo la condición de que cada municipio autorizado haya mantenido su control de la expansión de COVID-19.
Al llegar a la fase tres, ya estará sumado el 60 por ciento del personal; el 80 % ya estará en la frase cuatro. Mientras que la fase final, la cinco, se dará cuando se alcance la totalidad de los colaboradores de regreso a sus labores.
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