TEGUCIGALPA, HONDURAS. Los privados de libertad en las cárceles hondureñas deberían ser uno de los grupos prioritarios en el proceso de vacunación contra el COVID-19, es la propuesta del presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), Hugo Maldonado.
Aunque el país sigue esperando la llegada de más dosis, Maldonado pidió al gobierno no olvidar a las personas en los diferentes centros penitenciarios.
Grupo prioritario
«Yo creo que la situación a nivel de país con respecto a la vacuna que tanto estamos deseando que venga, el casi medio millón para el mes de mayo debe incluir a los reos», dijo el defensor.
Maldonado expresó que no pide que los reos hondureños sean los primeros, pues reconoce que el personal médico, adultos mayores y personas con enfermedades de base merecen que se les dé prioridad en la inmunización. Sin embargo, Maldonado sugiere que sean el cuarto o quinto grupo.
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Personal de las cárceles
De igual forma, expresó que no solo solicita que los presos reciban la vacuna, sino que también la debe recibir el personal administrativo y del Instituto Nacional Penitenciario (INP) para evitar cualquier masivo contagio.
Fue en marzo del 2020 cuando se registró el primer caso de COVID-19 en Honduras, solo semanas después se reportaron más casos que obligaron a tomar medidas drásticas.
El sistema carcelario notificó de los primeros infectados con el virus, lo que provocó que las autoridades decidieran suspender por un tiempo las visitas de los familiares para evitar un descontrol de casos.
La cárcel de Támara es, supuestamente, la más afectada. El INP registra 191 contagios desde el inicio de la pandemia y todavía hay 16 activos.
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