TEGUCIGALPA. Honduras celebra cada 3 de febrero el aniversario del hallazgo de la Virgen de Suyapa, patrona de la nación. Existen muchas historias en torno a ella, como, por ejemplo, que ha sido hurtada dos veces.
La imagen se recuperó y después se establecieron nuevos métodos de seguridad para que no volviese a ocurrir. La pequeña imagen, de aproximadamente seis centímetros, fue hurtada la madrugada del 2 de septiembre del año 1986.
La información de la Policía indica que individuos inescrupulosos que querían sacar provecho con los ornamentos de la virgen ultrajaron la Ermita y el altar mayor.
El hurto de la imagen fue descubierto a las 6:00 de la mañana, cuando los encargados del templo llegaron a preparar las actividades para los servicios religiosos de ese día.
Unos minutos más tarde llegaron agentes de la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI) y tomaron huellas dactilares para dar con los responsables. También se hizo presente el juez primero de Letras de lo Criminal, Rafael Medina Irías.
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Una indignante noticia
El pueblo hondureño se dio cuenta de lo ocurrido a través de los noticieros matutinos del país. La información paralizó a la mayoría de ciudadanos católicos y devotos de la Virgen de Suyapa.
Por su lado, el Arzobispo Héctor Enrique Santos solicitó que «todos los fieles hijos de la Virgen rezaran con fervor a fin de lograr su retorno a casa», centenares de personas se dirigieron a pie hacia la basílica dispuestos a cumplir con eso.
Muchos de los fieles católicos hacían el recorrido y no eran pocos los que lloraban con profundo dolor, tanto o más como si la desaparecida fuese un miembro muy cercano de su familia.
Una anciana viuda, doña Amelia Morales, exclamó con fuerza y transida de angustia: «¡Nos hemos quedado solos!» «¡Nos hemos quedado solos!». Quienes la rodeaban repitieron de inmediato esta expresión de la señora, por lo que el camino hacia la basílica de Suyapa se volvió un lamento multitudinario.
Muchos ancianos hondureños de la época recordaron, en su gran pena, que no era la primera vez que la Virgen de Suyapa sufría un ultraje en su retablo.
Primer hurto
La primera vez que hurtaron la imagen de la virgen de Suyapa ocurrió entre 5:00 y 6:00 de la mañana del domingo 17 de abril de 1936, o sea, 50 años atrás. De ese suceso publicó una notable crónica «La Época», el único diario que permitía el régimen político de entonces.
Pero el hurto de aquella fecha no tuvo como móvil fundir los adornos metálicos que rodeaban a la imagen para hacer monedas. El motivo fue un acto inconsciente de amor.
¿Por qué era inconsciente? Porque la persona que sustrajo la imagen era una enferma mental que, al rezarle ese domingo a la «inmaculada«, escuchó de ella el pedido de «llevarla a pasear porque nadie la extraía de la caja transparente donde la metieron».
Esta mujer se llamaba Dolores Chávez, conocida como «La Loca Lola» en el barrio de Comayagüela donde residía. Se supo que fue ella, porque, ya de regreso a Tegucigalpa, como a las 7:00 A.M., encontró a varias señoras que iban para Suyapa a encenderle velas a la Virgen.
A esas damas les dijo: «regresen a encenderlas en mi casa porque aquí llevo a mi tía». Al llegar al santuario y enterarse de que la Virgen había desaparecido, recordaron las palabras de Dolores y las repitieron ante los sacerdotes, quienes muy bien conocían a la devota demente.
Fuente: «Evolución Histórica de Honduras», de Longino Becerra. Editorial Baktun (2009).
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