Un agente de la Policía Metropolitana de Londres (Met) aceptó haber raptado y violado a una joven británica que fue encontrada sin vida después de su desaparición en marzo.
Sarah Everard desapareció el pasado 3 de marzo en el sur de Londres cuando volvía de noche a su domicilio, en el barrio de Brixton, tras visitar a una amistad.
Su cuerpo fue encontrado una semana después en una zona boscosa de Ashford, en el condado inglés de Kent. Horas más tarde, se detuvo a Couzens, agente en activo encargado de patrullar recintos diplomáticos.
Ante el suceso, el primer ministro, Boris Johnson, publicó un comunicado lamentando la «violencia, intimidación y misoginia que las mujeres y niñas sufren diariamente» y pidió que se hiciera justicia.
Wayne Couzens, de 48 años y padre de dos hijos, compareció en un tribunal de Londres a través de un enlace de vídeo para declararse culpable de los cargos de secuestrar y violar a Everard. Esta confesión llegó una semana después de que un examen ‘post mortem’ concluyera que la joven murió por estrangulamiento.
El agente, que enfrentará la próxima audiencia de declaración de culpabilidad en julio, se juzgará en octubre en el tribunal penal londinense de Old Bailey. Hasta entonces, permanecerá en prisión provisional.
El cuerpo sin vida de la joven de 33 años de edad fue hallado en un bosque en Kent, en el sureste de Inglaterra.
El caso de Sarah Everard alteró el orden social del pueblo británico. Como resultado de ello, se realizaron muchas protestas de mujeres que reclamaban unas calles más seguras y sin machismo.
El suceso generó incredulidad contra la Policía. Una intervención para deshacer un homenaje a la joven, desautorizado por las restricciones de la pandemia, liberó muchas críticas al publicarse imágenes de agentes esposando y llevándose a la fuerza a algunas de las participantes en el acto.
Varias protestas de miles de mujeres que salieron a reclamar calles seguras y libres de machismo.
Según dijo la policía, no está claro si Everard llegó finalmente a su casa.
Lo sucedido con Everard ha generado una ola de rabia y dolor en todo Reino Unido.
Muchas personas han dejado flores en la zona donde Everard fue vista por última vez.
El cuerpo sin vida de la joven de 33 años de edad fue hallado en un bosque en Kent, en el sureste de Inglaterra.
Carteles con su fotografía fueron colgados en las calles y compartidos en redes sociales.
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