SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Un fuerte incendio consumió dos viviendas ubicadas en el bordo de Río Blanco, las llamas alcanzaron tanto poder que llegaron al punto de dejar calcinado por completo los hogares.
Entre lágrimas algunos pobladores lamentaban lo acontecido, pues el siniestro dejó prácticamente en la calle a las personas. Aunque no se conoce que originó el incendio, sí se sabe que de un momento a otro cobró fuerza.
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Los vecinos comenzaron a intentar sofocar las llamas, sin embargo, el fuego se expandió a tal punto que se llevó dos casas en su camino. Elementos del Cuerpo de Bomberos se movilizaron hasta la zona donde comenzaron con las labores de extinción.
Sin embargo, el incendio ya había consumido en su totalidad las viviendas. Por otro lado, los pobladores también ayudaron a apagar el fuego, y quitaron láminas e intentaban buscar objetos que se pudieran salvar.
Según se conoció, una de las familias tiene un menor de edad, que padece de insuficiencia renal, que incluso deben transportar en una silla de ruedas. Además, se reveló que en el momento que inició el siniestro no había nadie en los hogares.
Una imagen desgarradora muestra el momento en que un niño llora viendo su casa totalmente calcinada. Mientras tanto, procede a abrazar a su padre, entre ambos se dan consuelo, tras haberlo perdido todo en el incendio.
Asimismo, uno de los propietarios declaró que quedaron en la calle, de hecho andaban hasta descalzos porque no habían podido salvar nada. «Yo aquí tengo como 20 años de vivir», agregó.
Asimismo, el hondureño expresó que él andaba trabajando, pero el problema de su hijo lo obligó a sacar un permiso, no obstante, la sorpresa se la llevó al llegar a su casa. «Quedó todo quemado, no hay esperanzas de nada», externó.
Diez personas perdieron todo
El ciudadano reveló que solo en su hogar eran cinco parientes, mientras que, en la otra vivienda que quedó consumida son otros cinco, es decir, un total de diez personas quedaron sin nada tras el incendio.
La hermana del hombre indicó entre sollozos que estaba sumamente preocupada, pues con mucho sacrificio su hermano había hecho la casa, y ahora les tocaba apoyarse, para volver a levantarse.
«Nos ha costado, hay que hacer mucho sacrificio para tener aunque sea una casita de láminas, porque es lo único que podemos tener los pobres ahora», mencionó la ciudadana.
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