TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un taxista en supuesto estado de ebriedad amaneció dormido dentro de su unidad a orillas del bulevar Fuerzas Armadas (FF.AA.) de la capital.
Al sujeto lo encontraron dentro del taxi con placa A AJ 3289 donde estaba descansando con una sudadera color negra cubriendo su cabeza. De acuerdo con la información publicada por medios locales, el hombre habría estado ebrio.
El taxista estacionó el vehículo a orilla de la carretera frente a la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT). El sujeto se pasó a la parte trasera del carro para descansar, mientras que en los asientos delanteros dejó una bolsa de pan y un refresco.
Los pobladores han expresado que al menos el conductor tuvo la prudencia de estacionarse a orillas de la calle y no en medio, provocando tráfico.
Además, otro poblador manifestó que si en verdad estaba en estado de ebriedad al menos no colisionó. «Es mejor que se orillen a que vayan a chocar y accidentar a alguien. Lo mejor y recomendable, si va a ponerse a maceta, no maneje, porque le pueden desgraciar la vida a alguien», expresó.
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Por su parte, las autoridades hasta el momento no han dado declaraciones al respecto sobre el estado del hombre, pero se sabe que dejar los vehículos mal estacionados es un delito en la Ley de Tránsito.
Sanciones de L3 mil por vehículos mal estacionados
Hasta en julio del presente año, un total de 1,200 conductores de vehículos han sido multados por estacionar la unidad en zonas no autorizada en Tegucigalpa, capital de Honduras. Es decir, que unos seis o siete conductores al día han sido sancionados.
Así lo informó Nahúm Benítez, jefe de Vialidad y Transporte de la Gerencia de Movilidad Urbana, quien a su vez explicó que las multas que se dan podrían ser de hasta de tres mil lempiras.
Asimismo, explicó que estas multas de tres mil lempiras se les aplica a los conductores que aparcan el vehículo sobre la acera. Mientras que a aquellos que lo estacionan en la calzada, pero no es lugar autorizado, se les pone multa de 400 lempiras.
«Se le llama la atención al conductor, pero si este no hace caso, el inspector que está en la zona llama a la grúa y se deja un acta de decomiso. Estos vehículos se llevan a la antigua penitenciaría, a un parqueo municipal, donde se espera al conductor con el recibo de que pagó la multa», explicó.
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