URUGUAY. Ayer martes de la mañana los hondureños del crucero Greg Mortimer, y en Uruguay, y el resto de tripulantes, tanto los que dieron positivos al test de COVID-19 como los que dieron negativo, descendieron del buque. La pesadilla de más de un mes llegó a su fin.
A las 11:00 llegaron dos autobuses, ambulancias y escolta policial. La gran mayoría de los integrantes de la tripulación, con o sin coronavirus, fueron trasladados a dos hoteles de Montevideo.
Los primeros en bajar fueron los que integran el grupo que dio negativo al COVID-19, que fueron en el ómnibus marcado con un distintivo verde, hacia el Hotel Regency Golf Hotel Urban.
Cerca de las 13:00 bajó el segundo grupo (con resultado positivo a coronavirus) y se trasladó en caravana al hotel Regency Way Hotel.
Tanto el ministro de Salud, Daniel Salinas, como el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Talvi, se presentaron este martes en el puerto para presenciar el desembarco.
«Es un nuevo desafío para el ministerio el hecho de coordinar, organizar y tomar todas las medidas necesarias para asegurar el bienestar de los tripulantes y la población uruguaya», indicó Salinas en rueda de prensa.
13 hondureños positivos
El ministro indicó que hay 36 tripulantes con coronavirus y 28 que no. Entre los infectados hay 13 hondureños.
«El estado de salud es muy bueno desde el punto de vista de su salud general y respiratoria, el tema es que pasen a una situación de no estar expuestos a una alta carga viral y que se negativicen», indicó Salinas.
Al descenso se presentó Juan Curbelo, presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), quien indicó a El País que la actuación de la ANP en este caso fue para colaborar.
«Hemos definido un área exclusiva en el muelle C del puerto de Montevideo para que amarre el crucero Greg Mortimer y que va a quedarse hasta que vuelva a zarpar», indicó Curbelo y agregó que el domingo una empresa realizará una desinfección del buque.
«Luego de eso se evaluará si viene una tripulación y si puede zarpar con destino original. Mientras tanto el buque va a estar dispuesto en este lugar, con las medidas de seguridad y cerrado», indicó.
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Comienza el aislamiento y monitoreo
Una vez en el hotel, todos ellos serán monitoreados telefónicamente. En 14 días se realizará nuevamente el test para determinar si aún presentan el virus o no.
Los que actualmente no tienen coronavirus, se les volverá a repetir el examen el próximo domingo. Si vuelven a dar negativo, recibirán el alta.
La evacuación se realizó a través de dos corredores humanitarios con las garantías sanitarias necesarias para efectuar el traslado.
Javier Alvarado, miembro de la tripulación, indicó a El País que se «termina una pesadilla» que duró más de un mes, en el que debió pasar encerrado dentro de su camarote.
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Medidas al llegar al hotel
Salinas reiteró que se realizaron dos grupos de tripulantes diferenciados entre los positivos y los negativos a COVID-19, con el objetivo de que entre ellos no se crucen. De todas maneras, todos cuentan con equipos de protección personal «que van a ser desechados una vez que pasen por los pasillos (del hotel) en recipientes especiales, con una disposición final de residuos con esterilización de los mismos», dijo.
«Luego se va a hacer una esterilización con micro aspersión de alcohol y con agua hirviendo en el pasaje. Finalmente ellos van a quedar dentro de la habitación y van a permanecer en forma aislada -tanto los que dieron positivo como los que no- en habitaciones con baño privado y con lugar para desayunar», indicó Salinas.
«En ningún momento el personal del hotel va a estar en contacto con ellos. Es decir que se va a disponer que se realicen las tareas de cambio de sábanas. Se estableció un protocolo de lavado y planchado en lugares específicos, la comida se les va a dejar suministrada pero no va a haber contacto entre el personal del hotel y los residentes del hotel», dijo.
Consultado sobre por qué se eligió a dos hoteles de la misma cadena para llevar a los tripulantes, el ministro indicó que responde a una cuestión «bien técnica».
«Tiene que ver con el tema de que las habitaciones tenían que tener determinado piso, lavabilidad de las paredes porque a veces tienen papel tapices. Se eligió a los que tuvieran mejores condiciones para hacer un aseo posterior de las habitaciones», respondió Salinas.
Por otro lado, en el Greg Mortimer quedaron 22 tripulantes -una dotación de emergencia- cuyos exámenes de COVID dieron negativo. «Es la dotación mínima para la seguridad del buque», había explicado Talvi el lunes en entrevista con Telenoche.
Fuente: El País Uruguay
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