TEGUCIGALPA, HONDURAS. Esta tarde, familiares retiraron de la morgue capitalina los restos mortales de los jóvenes que murieron calcinados en el interior de un microbús en la aldea La Esperanza para luego darles cristiana sepultura.
En ese sentido, se conoció que una de las víctimas respondía en vida al nombre de Carlos Jiménez, de 26 años, quien había finalizado en noviembre de 2019, sus estudios de radiología en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Posteriormente, recibiría su título en junio de 2020, que lo acreditaría como profesional.
La otra víctima se le identificó como Isaías Carranza, de 17 años, ambos residían en la colonia La Joya de la capital.
Los familiares se mostraron consternados, aun sin poder aceptar el fallecimiento de los jóvenes. A la vez, manifestaron que Jiménez trabajaba en una empresa distribuidora de café y que el menor viajaba como acompañante.
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Accidente de los jóvenes en la aldea La Esperanza
Es oportuno de mencionar que el fatal accidente tuvo lugar el viernes 21 de febrero a eso de las 3:00 de la tarde en la aldea La Esperanza. Exactamente, en el kilómetro 63 de la carretera que va de Catacamas a Tegucigalpa.
En virtud de lo anterior, los jóvenes transitaban por dicho sector, en un microbús blanco con placas HAB-4564, cuando se le explotó una llanta al vehículo. Pol lo cual, Jiménez perdió el control e impacto contra un poste del tendido eléctrico.
Es preciso indicar, que debido al duro golpe, el microbús se incendió y los dos ocupantes quedaron atrapados dentro del medio de transporte, pereciendo por calcinamiento.
Al lugar se hicieron presentes miembros del Benemérito Cuerpo de Bomberos para apagar las feroces llamas que consumieron el microbús en su totalidad. Acto seguido, los cuerpos fueron rescatados para que Medicina Forense realizara el respectivo levantamiento cadavérico.
Asimismo, se dijo que el microbús tenía un botón de emergencia. Por lo tanto, personal de la empresa se dio cuenta de que algo malo pasaba. Sin embargo, cuando se trasladaron al lugar del incidente, Jiménez y Carranza, ya habían fallecidos.
