COMAYAGÜELA, HONDURAS. Durante una pequeña protesta la tarde de este sábado en la séptima avenida de Comayagüela, trabajadoras del sexo exigieron la ayuda de autoridades gubernamentales en este tiempo de crisis por COVID-19.
Las féminas elaboraron una lista donde se enumera a cada una de las involucradas que buscan aportaciones monetarias, de alimento, y hasta trabajo. El listado supera las cien personas.
En ese sentido, se refirieron a que, tal como otros rubros han aquejado la situación y han recibido donaciones como respuesta, esperan no sea la excepción con ellas. Piden que no se les discrimine.
«Lo que queremos es que no tengan diferencias. No somos más, no somos menos. Tenemos que apoyarnos unos a otros. No es justo que le den a los que tienen pisto y tienen puestos y no a quienes más ocupamos», dijo una señorita de manera anónima.
«Tenemos hijos que mantener. Tenemos todo el derecho de recibir una bolsita porque sufrimos mucho en las calles, sufrimos con los hombres», añadió.
La mujer en mención también comentó que ella es una madre soltera y paga un cuarto de habitación por 50 lempiras diarios; en estos momentos no tiene cómo sobrevivir, la clientela de su rubro se ha tornado escasa.
Seguido, rompió en llanto, asegurando que en el sector hay una mujer de edad avanzada que padece del corazón y no puede ni caminar, por lo que necesita de una mano solidaria para salir adelante.
«Si no nos pueden dar comida o dinero, que nos den trabajo», clamó la mujer.
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¿Miedo por Covid-19? «Uno lucha por sus hijos»
Aunque debido a la propagación de COVID-19 la labor que efectúan las trabajadoras sexuales ha disminuido, se mantienen vigilantes en las calles en búsqueda de ganar tan siquiera para el sustento diario.
Se les consultó si no tienen miedo en estos tiempos de contraer el coronavirus; la respuesta fue clara, harían lo que fuera por sus hijos.
«Nos da miedo que nos infecten o nos arruinen el cuerpo, pero uno por sus hijos lucha y sale adelante. Vendemos el cuerpo para mantenerlos», aseguró, vehemente la misma dama entrevistada.
Aún así, las trabajadoras sexuales aseguran que toman las medidas de precaución necesarias para tratar de mantenerse sanas para velar por sus vástagos.
«Nosotras tras que llegamos a los cuartos nos quitamos la ropa, nos llegamos a bañar. Utilizamos las mascarillas y los guantes, pero tenemos que buscar el sustento diario», apuntó otra sexo-servidora.