TEGUCIGALPA, HONDURAS. Para combatir el flagelo de la extorsión, el dirigente del transporte, Rony Figueroa, pidió que el Gobierno invierta más recursos de la Tasa de Seguridad Poblacional en la instalación de cámaras en las unidades de locomoción pública.
En ese sentido, Figueroa desveló que el alcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura, les prometió en su momento la instalación de esos dispositivos; se tenía previsto que los mismos se ubicarían en más de 114 puntos de la capital.
El objetivo era claro, identificar a los extorsionadores para que estos pudieran ser aprehendidos y puestos bajo las órdenes de la justicia. No obstante, el cometido, no se cumplió.
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Urgencia
El representante del rubro tomó su comparecencia para recalcar la necesidad de una acción rápida, que evitaría pérdidas económicas e invaluables (humanas). Señaló, inicialmente, al poder estatal.
«Necesitamos de urgencia que, el gobierno, a través de la Tasa de Seguridad implemente cámaras de vigilancia. Estas ayudarán para que se capture a los extorsionadores inmediatamente», aseveró.
Figueroa reafirmó que el impuesto de guerra o extorsión continúa siendo una amenaza latente para los motoristas y todo colaborador vinculado al sector.
En virtud de lo anterior, exigió directamente a la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP) «muestre más interés» a esta problemática que aqueja al transporte.
Asimismo, consideró que los efectos de estas prácticas ilegales dañan a pequeños negociantes y dueños de tiendas.
Cifras
Para conocer el verdadero alcance de esta situación, es importante saber los números referentes a incidentes mortales que se han registrado en contra del transporte.
Según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), 214 conductores fueron asesinados en 2019.
En 2020, 14 muertos dejó enero. El mismo mes sólo sumó cinco decesos en 2019. Por lo que, la comparación resulta en un aumento de 64.29%.
«Hay un aumento de más del 100 por ciento de las víctimas», remarcó Migdonia Ayestas, directora del OV-UNAH.
Además, hasta lo que va de febrero, la estadística subió a al menos 20 víctimas mortales.
