La famosa Sala de Ámbar del Palacio de Catalina, cuyo paradero después de que la robaran los nazis durante la Segunda Guerra Mundial constituye uno de los mayores misterios del siglo XX, podría haber sido localizada por un equipo de arqueólogos polacos.
Según ellos, esta obra maestra arquitectónica que algunos consideran la octava maravilla del mundo se encuentra en un túnel subterráneo cerca del castillo de Paslek, en el norte de Polonia, informa la cadena televisiva TVN24. Está previsto que el próximo verano empiecen las labores arqueológicas para averiguar si los arqueólogos están en lo cierto.
El posible escondite de los paneles de ámbar que decoraban la famosa sala fue detectado gracias a una ‘anomalía’ registrada en otoño de 2016 durante una investigación arqueológica en el área con el uso de radares y tomógrafos. El lugar sería un hipotético túnel secreto entre el castillo y la cercana iglesia de San Bartolomé.
Según la leyenda, existe una red de pasillos y túneles bajo el castillo de Paslek. Los investigadores también se basan en testimonios que afirman que, en otoño de 1944, camiones cargados con cajas entraron en el territorio del castillo en plena noche. Las autoridades locales ya han autorizado los trabajos arqueológicos con la esperanza de atraer al turismo.
Sala de Ámbar
La Sala de Ámbar, diseñada por maestros alemanes, fue regalada al emperador ruso Pedro el Grande en 1716.
Desapareció durante la Segunda Guerra Mundial tras ser robada por las tropas nazis que saquearon el Palacio de Catalina. Situado en la ciudad de Pushkin, en las afueras de la entonces Leningrado. Su pista se pierde en Konigsberg, rebautizado Kaliningrado después de la guerra. Desde entonces el destino de la Cámara de Ámbar sigue ignorándose.
En 2003 se inauguró una réplica de la sala en el Palacio de Catalina, que actualmente es un museo. En su construcción, iniciada en 1979, se emplearon seis toneladas de ámbar.