CORTÉS, HONDURAS. Desde San Pedro Sula salió el vehículo fúnebre con los restos del docente José Manuel Enamorado Muñoz, quien murió a causa del COVID-19 y llegó hasta su natal Santa Rita de Oriente en Santa Bárbara.
Ahí, lo recibieron familiares, amigos y pobladores que conocían la trayectoria del maestro. Con mucha consternación el pueblo se unió y dieron el último adiós al que destacaron como un ejemplo de ser humano.
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Desde el instante que el vehículo, que traía el féretro, entró al municipio, lo siguió una caravana de carros y otras personas que llegaron a pie. Sin ningún problema se movilizaron hasta el cementerio general de Santa Bárbara, externaron los presentes.
Las personas llevaron globos blancos, y en el sepelio los dejaron ir al cielo en honor al hondureño. Con tristeza en sus rostros declararon que el maestro era un ejemplo de ser humano. Señalaron que no solo era un gran catedrático, sino un gran amigo y compañero.
En el cementerio no faltaron las lágrimas de todos aquellos que lo conocieron, quienes les mostraron a la familia el apoyo ante la irreparable pérdida.
Se conoció que el docente fue trasladado de emergencia al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en San Pedro Sula. Información divulgada reveló que el catedrático iba en un estado delicado y horas después de su ingreso falleció.
Medios locales de Santa Bárbara compartieron la información en redes sociales y rápidamente se llenaron de comentarios. Uno de sus colegas envió resignación cristiana a sus parientes.
Mientras tanto, otros señalaron que no podían creer la noticia. «Qué dolor más grande perder a una persona tan especial como lo era el profesor José Manuel, que Dios lo tenga en su santa gloria», expresó un sujeto.
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