REDACCIÓN. La vacuna rusa contra el coronavirus podría aprobarse y producirse en América Latina en noviembre, según adelantó el presidente del fondo soberano ruso (RFPI), implicado en la creación de la fórmula.
El presidente del RFPI, Kiril Dmitriev, según consignó la agencia Sputnik, dijo lo siguiente: “Esperamos que la producción de la vacuna rusa en América Latina empiece en noviembre. Colaboraremos con los organismos reguladores para recibir la autorización hacia ese mes”.
El funcionario adelantó que la fórmula posiblemente sería producida en plantas farmacéuticas de Brasil y Cuba, país que recibió elogios por su infraestructura.
Kiril Dmitriev expresó: “Cuba goza de unas capacidades excelentes para fabricar vacunas. Estamos discutiendo el lanzamiento de la producción con varias empresas cubanas. Creemos que puede convertirse en uno de los centros clave de la producción de vacunas”.
Rusia conversa con socios extranjeros
Además, Moscú está en conversaciones con socios extranjeros para producir unas 500 millones de dosis por año en cinco países. El Instituto de Tecnología de Paraná (Tecpar), de Brasil, confirmó este martes que está llevando adelante negociaciones para la fabricación del medicamento en el país.
Según recalcó Dmitriev, la región latinoamericana es muy importante para la entidad. En ese sentido, añadió que Brasil podría incluirse en los países donde se realizará la tercera fase de ensayos. Dicha fase prevista a desplegarse en voluntarios de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Filipinas.
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Dmitriev también dijo que Rusia ya recibió encargos de más de 1.000 millones de dosis, por parte de 20 países. La producción industrial de la vacuna en Rusia está prevista para septiembre.
Asimismo, también anunció que el nombre con la que fue bautizada es Sputnik V. El nombre se dio en referencia al satélite con el que la Unión Soviética sorprendió al mundo en la Guerra Fría, adelantándose en la carrera espacial contra Estados Unidos.
Rapidez preocupa comunidad científica
En las semanas anteriores a este anuncio, científicos extranjeros manifestaron su preocupación por la rapidez de la creación de una vacuna de este tipo. Además, la Organización Mundial de la Salud llamó al respeto de las “líneas directrices y directivas claras” en materia de desarrollo de este producto. Las pruebas en humanos comenzaron hace solo dos meses.
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