Tegucigalpa, Honduras.- Una joven hondureña compartió a través de su cuenta de Twitter una anécdota que le ocurrió en un centro comercial de la capital.
Claudia, en primera instancia manifestó que después de que varias personas le contestaron y hasta respondieron en privado, decidió contar lo que le había pasado.
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Estos hechos sucedieron después de su cumpleaños. «Entonces, el 12 de diciembre de este año, un día normal post-cumpleaños, post-exámenes, decido ir a almorzar tranquila a Gyros con un ‘amix’», comenzó contando.
Según precisa la joven, llegaron a la 1:32 de la tarde en su carro y procedió a estacionarse en el sótano número 2, donde ocurrió el hecho.
«Yo andaba mi compu, la cual, para mi desgracia, había cambiado hace un mes, específicamente tenia un mes y 5 días y mi amigo andaba su compu también. Decidimos los dos dejarlas en mi carro en la parte de atrás escondidas», prosiguió.
El sujeto pasó frente a los guardias
Claudia expresó que pensó: «¿Qué podría pasar en uno de los mall más pipis y con el estacionamiento más caro de Tegucigalpa?».
Después de eso, recalcó que en el centro comercial cobran el parqueo y que si lo hacen es por su seguridad.
Por medio de las cámaras de vigilancia, confirmaron que el ladrón entró a pie al estacionamiento, más o menos a la 1:40 de la tarde.
«Bien campante el man, con su mochilita negra, vestido completamente de negro, mascarilla y toda la onda, baja al sótano 2 y va para mi carrito», explica Claudia.
Asimismo, la hondureña muestra evidencia en la que se ve que el hombre pasa enfrente de un grupo de guardias y ellos no hace nada, ni les parece sospechoso el sujeto.
Salió caminando del lugar
Claudia también constató en las grabaciones que el individuo andaba con una linterna revisando la ventana del automóvil y los vigilantes nunca intervinieron.
«Como que si es normal andar revisando con un foco las ventanas de los carros», añadió.
La joven cuenta que el ladrón abrió su vehículo, luego se fue, pero regresó, como si se le hubiese olvidado algo.
Finalmente, el delincuente se aleja, sale del estacionamiento y se va caminando libremente.
La joven y su amigo no se percataron del robo sino hasta que revisaron sus mochilas y las computadoras no estaban. En ese momento alertaron a la seguridad.
